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Bilbao controlará el acceso a vehículos al centro en episodios de alta contaminación

Bilbao controlará el acceso a vehículos al centro en episodios de alta contaminación

El Ayuntamiento incentivará planes de movilidad sostenible en empresas de más de 50 trabajadores. El objetivo: reducir a la mitad las emisiones en 12 años

eva molano

Martes, 5 de junio 2018

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Reducir a la mitad las emisiones en 2030 y mejorar la salud de la población. Es el objetivo del Plan de Movilidad y Sostenibilidad que presentó ayer el concejal socialista Alfonso Gil. El plan incluye 47 medidas a desarrollar durante los próximos 12 años, y vendrá secundado por un Pacto que se ofrecerá a los grupos políticos. Además, se creará un Foro por la Movilidad que realizará un seguimiento de las medidas. Entre las mismas, y la más inmediata, será la implantación de Bilbao 30 en el 87% de las arterias de la ciudad a partir del 30 de junio. «Bilbao se tiene que acostumbrar a los radares. No vamos a pillar, pero hay que cambiar la filosofía de movilidad de la ciudad», ha advertido Gil. En el plan también se incluye la peatonalización de la plaza Moyua y del tramo de Gran Vía hasta la Plaza Circular desde septiembre de 2019, cuando comenzará el periodo de prueba. Se transformará toda la arteria hasta la Alameda Mazarredo. Todo ello obligará a realizar una importante reestructuración de tráfico en la zona, que tendrá en cuenta la llegada del tren de alta velocidad. Para reducir el tráfico, se encargará un estudio que determine qué medida de control de acceso aplicar cuando existan episodios de alta contaminación, si bien solo hubo una alerta de estas características en 2016. El Ayuntamiento implantará su propio plan de movilidad, incentivando a sus más de 2.300 funcionarios para que vayan en bicicleta y contactará con cada una de las empresas de más de 50 trabajadores para que hagan lo propio, «ayudándolas» a que incentiven el transporte público entre sus trabajadores, bien a través de ayudas a la adquisición de bonos o a través de restricciones a sus aparcamientos privados. «Cada mañana entran 20.000 conductores a Bilbao que tienen una parada de transporte público a menos de 300 metros de su casa», ha ilustrado.

Entre otras medidas que se implantarán, serán cambios en todos los semáforos de Bilbao que permitan agilizar el paso del transporte público y que los peatones tengan más tiempo para pasar. En cambio, los coches tendrán que esperar más a que éstos se pongan en verde. El plan incluirá la eliminación de algunos de ellos. Gil también ha anunciado cambios en la ordenanza de la OTA y la que regula los estacionamientos en rotación y en superficie. Además, se revisará el Plan Especial del Casco Viejo. Se tratará de primar el uso de vehículos limpios y se controlará la entrada de vehículos mediante cámaras de seguridad. En toda la ciudad, se aumentará la vigilancia en las plazas de carga y descarga.

Plan ciclable

El objetivo es claro: «que cada vez haya menos coches» y más peatones y ciclistas. Se definirán caminos prioritarias peatonales y se crearán itinerarios peatonales seguros para los pequeños. Se trata de conseguir «que cualquier persona, aunque tenga impedimentos físicos» pueda circular por toda la ciudad. Se ensancharán aceras y crearán zonas pacificadas en los corazones de barrio. Además, se mejorará la «conectividad ciclista» por la calzada y por el bidegorri tanto internamente como en sus conexiones con municipios limítrofes y habrá más aparcabicis. Al documento le acompañará en breve un plan ciclable para convertir las vías en zonas que inviten a acudir al trabajo en bicicleta – «queremos que sea el segundo medio de transporte de Bilbao, a parte del zapato, ha expresado Gil»– las bicicletas eléctricas que se pondrán en marcha a partir de septiembre, un estudio sobre el aparcamiento en Bilbao y un Plan de Acción de género sobre la movilidad, ya que ellas son las principales usuarias del transporte público. Se incrementará la velocidad comercial de Bilbobus, con una media de 10 kilómetros por hora, –mediante modificaciones en los semáforos y eliminado las barreras físicas que existen para incorporarse al carril bus– y se reordenará Bizkaibus en la ciudad, ha avanzado Gil, de tal forma que «ambos servicios se complementen». Se pretende que el servicio foral tenga dos puntos de cabecera en la ciudad: Abando y Termibus. Por otro lado, además de ajustar tiempos de espera en los intercambiadores, se creará una aplicación informática para planificar viajes en el transporte público. Como ya se anunció, se implantarán más electrolineras y la flota municipal de vehículos, además de los autobuses, se convertirá en eléctrica, al igual que los taxis. Todo ello, en doce años.

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