Se anula la Procesión de Antorchas de la Virgen de Begoña Peregrina

El presidente de la Cofradía de Begoña, Javier Diago, explica que «un error en la coordinación de los transportistas» ha retrasado el plazo de entrega de la base que sostiene a la ‘amatxu’. «En un principio iban a traer las andas restauradas este martes por la mañana, pero debido a un imprevisto no llegarán a tiempo. Con la cantidad de eventos que hemos organizado para el día 11 no damos abasto y ya no vemos posible cambiar el programa. Quizá hagamos una salida especial más adelante». El presidente avanza que su hermandad seguirá colaborando con la misma empresa de transporte, pues considera el incidente un mero «despiste». «Es un poco decepcionante, pero ya habrá otras ocasiones, no hace falta dramatizar. Lo único que nos preocupa es que la gente no venga en vano».

Las andas habían sido enviadas al mismo taller de orfebrería cordobés donde habían sido fabricadas. «La idea era realizar una restauración que durase para los próximos 50 años. Se ha anchado la base para poder desmontar las dos peanas interiores, pulido los desperfectos de todos estos años, se han incluido nuevas patas y el escudo de la cofradía... incluso han tallado un ángel con una rama de roble, símbolo típico vasco», explica Diago.

Allá por 1948 una réplica de la Patrona salió de la basílica de Begoña para recorrer los pueblos vizcaínos. Era conocida como la Virgen Peregrina. Con el paso de los años, esta tradición quedó estancada y únicamente sobrevivió gracias a dos tallas de esta imagen: la primera se encontraba en la propia basílica y la otra descansaba en el Museo Diocesano de Arte Sacro. A partir del 2007, la Cofradía de Begoña decidió recuperar esta vieja tradición.

Desde entonces, no es la primera vez que la ‘amatxu’ se enfrenta a cuestiones propias del azar. En 2010, se retrasó un día la procesión para que coincidiese con la toma del posesión del obispo de Bilbao, Mario Iceta. Los porteadores que estuvieron allí recuerdan una inmensa tormenta que sacudió la ciudad de manera inesperada. «No importó. Llegamos calados hasta los pies, pero conseguimos transportar a la Virgen».

Durante todo este tiempo, veinte cargadores la han seguido llevando sobre sus hombros por los diferentes municipios vizcaínos. Como en años anteriores, la talla policromada de la ‘amatxu’ iba a partir desde la plaza de Santiago para recorrer las calles del Casco Viejo y acabar en las puerta del santuario de la basílica. Parece que la patrona bilbaína tendrá que esperar un tiempo para estrenar sus nuevas galas.