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C. B.
Domingo, 25 de junio 2017, 02:02
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«A mí del Muga me echaban», bromea Silvia Díaz, la nueva propietaria del bar, muy consciente del peso histórico y emocional que tiene el local para muchos bilbaínos: «Está claro que aquí no compras un cubículo, sino un local emblemático. Yo voy a intentar mantener todo lo que pueda», promete. Juankar rechazó varias ofertas, por considerar que los aspirantes no estaban interesados en la trayectoria del establecimiento. Silvia, que regenta el Kukusoak y el Zazpi Bide, tiene el propósito de conservar rasgos distintivos como el rock and roll o las propuestas veganas de la carta, a los que añadirá alicientes como un buen surtido de cervezas artesanas. Habrá un leve cambio en el nombre: el Muga pasará a ser La Muga.
El bar, cerrado estos días, reabrirá el miércoles para celebrar el Día del Orgullo y permanecerá en funcionamiento hasta octubre, cuando se acometerá la reforma. Antes, el 30 de septiembre, habrá una fiesta para despedir como es debido al Muga de toda la vida.
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