Gil tampoco acude al acto en homenaje al fundador de la villa

El alcalde, Juan Mari Aburto, no ha entrado a valorar la ausencia de Gil y ha asegurado que «no hay crisis de Gobierno» y que lo importante es que «tres grupos municipales» hayan participado en el homenaje al fundador de Bilbao, una acto, ha dicho, que cada vez tiene más respaldo de la ciudadanía .

El desencuentro entre Aburto y el concejal socialista de movilidad se produjo el pasado jueves cuando el alcalde rechazó públicamente la propuesta de Gil de cobrar peaje a los vehículos que entren en Bilbao. Al día siguiente, los cuatro ediles del PSE plantaron a Aburto y no acudieron al homenaje que la Corporación rindió a los funcionarios represaliados durante el régimen franquista. Los socialistas, aclararon que apoyaban el homenaje, pero se mostraron «preocupados por la descalificacion y falta de respeto» en la que, a su juicio, incurrió el alcalde.

La celebración se ha iniciado a las once de la mañana con el tradicional desfile de la Corporación Municipal, encabezada por el Alcalde y acompañada de dantzaris y txistularis desde el Ayuntamiento hasta la plaza Circular, en la que se encuentra la estatua de Don Diego. Tras el aurresku de honor y la ezpatadantza se ha llevado a cabo la ofrenda floral ciudadana, en la que han participado personas vinculadas a la vida social, cultural, económica y política de la Villa. Los representantes municipales han regalado claveles rojos para que los ciudadanos que asistían al acto pudieran depositarlos ante la estatua del fundador de Bilbao.

Guardan las distancias en el homenaje a los gudaris

Tras la ofrenda floral a Don Diego López de Haro Alfonso Gil y Juan María Aburto han asistido al acto de homenaje a los gudaris en Artxanda. Han aparecido por separado. El alcalde ha llegado minutos antes, y el concejal de Transportes lo ha hecho poco después acompañado por el también edil socialista Goyo Zurro. Se han evitado en todo momento.

Los socialistas han saludado a los gudaris y han participado en la ofrenda floral, pero no se han saludado con el alcalde y en todo momento han tratado de cruzar sus miradas. De hecho, se han cuidado mucho de guardar las distancias. Gil y Zurro se han marchado en cuanto ha terminado el homenaje, sin detenerse demasiado a despedirse. Aburto y los miembros jeltzales de la corporación se han ido de Artxanda un buen rato después.