Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Martín Ibarrola
Sábado, 20 de mayo 2017, 02:00
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Cuando en la década de los 80 a Marco Imbert le diagnosticaron el virus del VIH, se compró un panteón para que su familia pudiera enterrarlo. Entonces el pronóstico de vida no superaba los cuatro años. Ahora, este peluquero chileno asentado en Bilbao acaba de ...
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.