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Arratzales en plena faena durante la costera del verdel.
La costera del verdel echa el cierre con masivas descargas y precios similares a 2016

La costera del verdel echa el cierre con masivas descargas y precios similares a 2016

La flota de bajura se centra ahora en la búsqueda de anchoa de gran tamaño para atraer y abastecer a las conserveras

MIRARI ARTIME

Miércoles, 19 de abril 2017, 02:42

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La costera del verdel está a punto de echar el cierre. Las previsiones de los arrantzales se han cumplido y a lo largo de esta semana la mayoría de las embarcaciones que se dedican a la captura de esta especie cubrirán el cupo fijado para la presente campaña. «Las previsiones meteorológicas no son muy buenas para los próximos días por lo que algunos retrasarán su salida y con ello el cierre definitivo de la temporada», detallaron desde la Cofradía de Bermeo, a la que apenas le queda 300 toneladas para completar el cupo asignado.

«A falta de los últimos flecos y de aquellas unidades que han dejado parte del tope que les corresponde para alargar la actividad frente a la costa de Cantabria, la campaña está prácticamente finalizada para el grueso de la embarcaciones», añadieron. En total, la UE decretó para el conjunto del Estado un máximo de capturas de 38.400 toneladas, lo que representa un 14% más que el año anterior. No obstante, esa cantidad quedó reducida hasta las 32.900 toneladas al tener que restar las 5.500 toneladas correspondiente a la multa que debían pagar por la sobrepesca de 2009 y 2010. Las cofradías vascas gestionan alrededor de 12.000 toneladas. «Para todo el verdel que hay en la mar, nos conceden cantidades pequeñas que agotamos en tres o cuatro semanas después de estar meses amarrados a puerto esperando al inicio de la primavera», lamentaron armadores ondarreses.

Algunos pesqueros, además, «tendrán que esperar al inicio de la campaña del bonito del norte para reanudar la actividad, lo que resulta bastante duro y poco rentable», añadieron. En el lado positivo de la balanza se encuentra la cotización registrada por el verdel en las lonjas vascas, que permitirá a los pescadores igualar los ingresos del año pasado. A pesar de que la caballa ha inundado las lonjas vascas, su precio medio ha logrado sostenerse y se ha situado entre los 75 y 88 céntimos de media. El año pasado se situó en 77 céntimos, lo que se tradujo en un valor total de 8,1 millones de euros, mientras, que en 2015 se quedó en 64 céntimos el kilo. En otros puertos del Cantábrico, la cotización ha resultado similar.

Cerca de la costa

«El mercado marca el precio pero tampoco entendemos porque en las últimas semanas ha empezado a bajar cuando es una costera que está a punto de terminar por lo que el verdel desaparecerá rápido del circuito comercial y del mostrador de las pescaderías», recalcaron desde la Federación de Cofradías de Bizkaia. Este año, los arrantzales han localizado los bancos de pesca «relativamente cerca de la costa, lo que nos ha reducido el gasto de gasóleo y hemos podido rentabilizar la pesquería», recalcaron desde la cofradía bermeana. Una embarcación tipo de bajura vasca consume del orden de 2.000 litros de gasoil durante 24 horas de navegación.

Tras cerrar la pesquería de la caballa, la flota de bajura ha reorientado su actividad hacia la costera de la anchoa. Aunque el puerto de Ondarroa recibió las primeras descargas de bocarte del Cantábrico nada más abrirse la veda a primeros de marzo, los arrantzales han decidido esperar y renunciar a las capturas de unidades pequeñas para centrar sus esfuerzos en piezas de mayor tamaño que atraigan al sector conservero. Por lo tanto, no comercializarán pescado por encima de 55 ejemplares por kilo.

«Durante los últimos días de faena, la mayoría de los barcos que han salido a pescar han logrado hacerse con el cupo diario que les corresponde, por lo que hemos empezado bien», indicaron desde la Federación de Cofradías de Gipuzkoa. El precio medio del bocarte comercializado hasta ahora apenas ha llegado a superar ligeramente los dos euros por kilo. El año pasado se quedó en 1,60. La UE ha fijado un tope de capturas para todo el Cantábrico de 33.000 toneladas.

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