El frontón de Sestao acoge a 40 desalojados por el incendio

Dos de ellos han sufrido quemaduras en las manos, si bien su estado no reviste gravedad. Las tareas de extinción han sido complicadas debido al viento, que extendía el fuego con rapidez, y a la antigüedad del inmueble, que tiene estructura de madera. No obstante, a pesar de lo aparatoso del incendio, las ambulancias no han tenido que atender a ningún vecino herido.

Las llamas se originaron en un ático y enseguida pasaron al tejado -que ha terminado por desplomarse-, lo que causó una intensa humareda visible desde las localidades cercanas. Según ha informado el Departamento vasco de Seguridad, el fuego era de dimensiones «importantes». Tanto, que en su extinción han participado once vehículos de Bomberos y treinta efectivos.

Debido a su envergadura, ha sido necesario desalojar a sesenta vecinos: en primer lugar, a unas 30 personas, domiciliadas en el número 80, y posteriormente se ha hecho salir de sus casas como medida de precaución a otra treintena de vecinos del inmueble colindante, según han explicado las mismas fuentes. El Ayuntamiento de Sestao ha señalado que está «atendiendo a las familias y conociendo su situación personal para intentar darles una solución».

Esta mañana se ha trasladado a los afectados a la residencia municipal de Ellacuría y para esta noche ya está habilitado el frontón municipal para que las familias puedan pernoctar allí. Otras vecinos acudirán a casa de familiares, según han informado desde el ayuntamiento de la localidad. El alcalde de la localidad, Josu Bergara, ha acudido al lugar para apoyar a los vecinos y, junto a Cruz Roja, ha coordinado la instalación de las camas para acoger a 40 personas.

Puerta derribada

Las causas del fuego aún se desconocen, aunque los vecinos sospechan que no se ha iniciado de forma accidental, extremo que la Ertzaintza no ha entrado a valorar, a la espera de la información que arroje la investigación que se llevará a cabo. Según afirman los residentes del número 80, antes de declararse el incendio han oído «muchos ruidos en la casa donde han empezado las llamas, que es de alquiler». Y, al poco rato, han visto con alarma que salía humo por debajo de la puerta, por lo que han decidido echarla abajo «de una patada» por si dentro había alguien que precisase ayuda.

La casa estaba vacía, «con las ventanas abiertas y con mucho humo», han relatado a este periódico. Aunque en un primer momento han intentado sofocar el fuego con un extintor, enseguida se han dado cuenta de que la situación escapaba a su control y han alertado a los Bomberos, que han tenido que aplicarse a fondo durante tres horas para sofocar las llamas y evitar que se extendiesen a los edificios anexos. Tras controlar el incendio, parte de los efectivos han regresado a sus parques, aunque algunos permanecerán en el lugar unas horas para refrigerar los rescoldos y evitar que se reaviven las llamas. El edificio ha sufrido daños notables: además de haberse desplomado el tejado, se han desprendido trozos de hormigón de la fachada.