Buen tiempo para subir a Artxanda

Independientemente de la posibilidad de precipitaciones, el martes de esta semana ya se habían agotado los tiques de inscripción para la séptima edición de esta iniciativa, cubriendo holgadamente el cupo máximo de participantes. La cita, organizada por EL CORREO y patrocinada por la Diputación de Bizkaia, el Ayuntamiento de Bilbao, Eroski y La Caixa, apenas cambiará el recorrido de casi 10 kilómetros que año tras año ha conseguido arrancar de la cama a los bilbaínos.

El itinerario comenzará y terminará en El Arenal, tras atravesar el Campo Volantín, la Universidad de Deusto, el camino de Ugasko, la carretera de Enekuri, el mirador de Artxanda donde se instalará un avituallamiento, el camino Landeta, el barrio Andramari, parque Etxebarria y la Plaza del Gas. El tiempo estimado de la prueba es de dos a tres horas, con un desnivel de 281 metros. A pesar de sus escasos seis años de vida, la Martxa se ha convertido en «un clásico de nuestra ciudad», como remarcó Oihane Agirregoitia, edil de Juventud y Deporte en el Ayuntamiento de Bilbao. Manteniendo el espíritu solidario de ediciones anteriores, este año la meta de la caminata tampoco terminará al final del recorrido. La recaudación de los 2 euros por tique se donará en su integridad a Gorabide y la Fundación Gizakia, entidades pioneras en la integración de personas con discapacidad intelectual y la prevención y tratamiento de drogodependencias en Euskadi.

Desde la primera cita en 2010, el colegio Trueba Artxanda no ha fallado a ninguna Martxa. Al principio apenas superaban la decena de inscritos, pero este año se han congregado un total de 370 alumnos, padres y profesores. Una tropa que aprovechará la ocasión para estrechar lazos con la firme esperanza de que también se puede aprender lecciones importantes fuera del aula.