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Vista de Pirotecnia Astondoa.
Las deudas ponen contra las cuerdas a Pirotecnia Astondoa, en concurso de acreedores

Las deudas ponen contra las cuerdas a Pirotecnia Astondoa, en concurso de acreedores

La Justicia decreta una indemnización de 90.000 euros para un empleado que denunció a la empresa en 2015

ÓSCAR G. MANCERAS

Miércoles, 31 de agosto 2016, 01:54

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Astondoa trata de sobreponerse a la estocada que le ha asestado la crisis económica. En plena época estival, periodo en que las pirotécnicas trabajan satisfactoriamente gracias a los encargos de las administraciones locales para sus actos festivos, la empresa vizcaína se encuentra en concurso de acreedores, tal y como se recoge en el Boletín Oficial del Estado. «La salud está un poco delicada, pero desde un optimismo responsable podemos darle la vuelta», ha subrayado a este periódico Izaskun Astondoa, la directora de la firma con sede en Areatza. «Haciendo una analogía con un enfermo de cáncer, podemos decir que nos están haciendo un tratamiento, si va bien los acreedores levantarán el pie y se irán, y si va mal, se liquidará», explica sobre la situación.

Actualmente, recalca la responsable de la factoría, trabajan «con normalidad. Estamos cumpliendo con proveedores y los trabajadores están cobrando puntualmente», especifica. «Estamos un 10 % por encima de la cifra de ventas del año pasado, ya tocamos fondo entonces», añade Astondoa. Sin embargo, debe hacer frente a las deudas acumuladas antes de la entrada en concurso de acreedores.

Antonio Harillo, empleado de Astondoa durante 44 años, dejó de serlo en diciembre del año pasado tras llevar a juicio a la empresa. «En 2013 comenzaron los impagos, estaba cinco o seis meses sin cobrar, luego me pagaban uno, después otros cinco sin cobrar y así no podía seguir», explica sobre su situación. «Yo ahora estoy en paro y despedido, y no me voy a quedar quieto», afirma. Según aclaran fuentes sindicales, a este empleado se le ha dado un despido improcedente, puesto que «pidió la extinción de su contrato por incumplimiento».

En sentencia judicial del 4 de diciembre de 2015 se decidió una indemnización para Harillo de algo más de 90.000 euros, teniendo en cuenta los cálculos acordes a la normativa vigente en cada periodo tras más de cuatro décadas en la empresa vizcaína. Además, según decidió el magistrado del Juzgado de lo Social número 4 de Bilbao, se condenó a Pirotecnia Astondoa S.A. a abonarle casi 9.000 euros en concepto de salarios impagados de los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre de 2015.

«Hay futuro»

Como consecuencia de la entrada en concurso de acreedores, es el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA) quien se hace cargo de la mencionada indemnización. Sin embargo, esta entidad dependiente del Estado establece unos topes para hacer frente a estos pagos, situados en 18.377 respecto a indemnizaciones y 6.042 en salarios. Por este motivo, Antonio Harillo percibirá como máximo unos 24.000 euros.

Astondoa admite la deuda con dicho trabajador, aunque critica sus métodos. «Parece que quiere hacernos mala propaganda, tiene derecho pero no respeta a los compañeros que siguen peleando. Tenemos una deuda con él y se le pagará, pero no en los plazos que él quiera o que yo desee, sino cuando me obligue el administrador concursal», señala Izaskun Astondoa. Por otro lado, otro trabajador inició los mismos trámites que Antonio, aunque finalmente no acudió a juicio tras llegar a un acuerdo con la empresa pirotécnica. Según fuentes sindicales, «Astondoa comenzó a pagarle lo prometido pero dejó de hacerlo».

Izaskun Astondoa cree que hay «futuro», con amplio campo de recuperación por parte de sus dos principales líneas de negocio, los espectáculos contratados por administraciones públicas, y los particulares que adquieren el producto para celebraciones como cumpleaños o navidades. «En su momento llegaré a un acuerdo con los acreedores para ver en qué plazos acometemos la mochila de deuda anterior, y como si fuera un informe de susto o muerte, ¿somos capaces de generar recursos y hacer frente a las deudas? Si es sí, saldremos del concurso de acreedores», zanja la empresaria.

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