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El arqueólogo Diego Garate señala las siluetas de unos caballos, grabados en la roca de la cueva de Atxurra, en Berriatua.
El cable rupestre

El cable rupestre

Acaban de abrirse en Bizkaia, al mismo tiempo, las puertas del pasado y del futuro. Será mejor que las casualidades existan

Pablo Martínez Zarracina

Lunes, 30 de mayo 2016, 01:56

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La semana pasada fue tremenda. ¿Para mí? No, no: para Bizkaia. El martes supimos que se había descubierto en la profundidad de una cueva de Berriatua un «santuario» de arte rupestre formado por alrededor de setenta grabados procedentes del Paleolítico superior. No nos habíamos recuperado ...

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