Borrar
Protesta de los trabajadores en abril de 2014, durante la crisis de salud por un brote de ‘fiebre Q’ en la planta.
La huelga en la TMB fuerza a la Diputación a derivar residuos al vertedero de Jata

La huelga en la TMB fuerza a la Diputación a derivar residuos al vertedero de Jata

El comité de empresa de la planta de Artigas llama a sus 120 trabajadores a un paro indefinido desde el lunes «por el convenio y contra la precariedad»

Jesús J. Hernández

Sábado, 2 de abril 2016, 02:30

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La planta de Tratamiento Mecánico Biólogico (TMB) del monte Artigas se dirige a una huelga indefinida que comenzará el próximo lunes. El comité de empresa -donde ELA goza de una abrumadora mayoría con 8 representantes y un solo independiente- convocó ayer a los 120 empleados a sumarse a los paros para exigir «un convenio que elimine la precariedad existente y dignifique las condiciones de trabajo». Desde la central nacionalista, denuncian que «el proyecto estrella de la Diputación vuelve a hacer aguas en las relaciones laborales porque consiente que un 25% de la plantilla tenga contratos temporales, con porcentajes del 27% de la jornada». Según explicaron ayer en una nota de prensa, «se trabajan fines de semana sin pluses, se pagan salarios base que no alcanzan los 1.000 euros, se sufren condiciones infernales y altos ritmos de trabajo», algo que consideran «incompatible con la pretensión de ser referencia en tratamiento de residuos». ELA, que criticó los servicios mínimos decretados, responsabilizó de la situación laboral «a las empresas que conforman la UTE (Valoriza servicios medioambientales y Pabisa), a la Diputación y a la sociedad foral Garbiker».

La TMB no es una planta más. Inaugurada en febrero de 2013 tras una inversión de 43 millones de euros, la instalación recibe en la actualidad la mayor parte de los residuos urbanos de Bizkaia, salvo los de la Margen Izquierda, que llegan directamente a Zabalgarbi. Considerada como la joya de la corona en el engranaje de la maquinaria de reciclaje del territorio, tiene una capacidad de 180.000 toneladas anuales. En abril de 2014, un brote epidémico de fiebre Q sacudió la TMB. La causante era una bacteria, la Coxiella burnetti -cuya presencia se detectó en medio centenar de trabajadores-, que se transmitía por inhalación de polvo contaminado. La enfermedad tuvo su origen en unos despojos de ganado arrojados al contenedor verde. Durante la resolución de aquella crisis, ambas partes acercaron posturas sobre las condiciones laborales, algo que llegó a desactivar uno de los plantes.

«Conflicto laboral»

Desde la Administración vizcaína, una portavoz oficial recalcó que «es un conflicto laboral entre la empresa y los trabajadores. No es responsabilidad de la Diputación porque trabajan para una UTE y en el contrato se especifica que esto queda en ese ámbito». De cualquier modo, «lo que sí hacemos es un llamamiento a las dos partes para que eviten la huelga o para que se solucione lo antes posible y tenga la menor afección a la población de Bizkaia». Hasta entonces, el plan es «derivar lo que no puedan asumir los servicios mínimos al vertedero de Jata».

La protesta sacude el aparato de reciclaje vizcaíno en un momento delicado. Hace solo dos meses, el pasado 6 de febrero, la Diputación anunció la reapertura del vertedero de Jata debido a que el de Artigas está «colmatado». Un recurso, ubicado en Lemoiz, que «permanecía inactivo desde el 1 de enero de 2014 pero con mantenimiento», según explicaron fuentes forales. Las obras de ampliación de Artigas, que durarán nueve meses, implican la llegada a Jata de un extra de «entre 450 y 480 toneladas diarias». Desde el lunes, la huelga indefinida provocará que sean muchas más.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios