Media tonelada de roscón solidario

El evento cuenta con el respaldo del Ayuntamiento, a través de Bilbao Ekintza, y de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, además de la indispensable presencia de decenas de voluntarios de Cáritas, responsables de la organización y recogida de donativos, al margen del euro que valen las porciones. Habrá raciones para celiacos. La decoración del espacio donde se ubicará el bollo ha sido elaborada dentro del programa orientado a familias de Cáritas. El recinto contará, a su vez, con un stand de Kidenda con productos de comercio justo.

El director de Cáritas Bizkaia, Carlos Bargos, puso en valor que este tipo de actos sirven «como símbolo de solidaridad, para apoyar a quienes sufren, potenciar la colaboración de diferentes entidades y visibilizar a las familias». En este contexto, recordó el espíritu de la campaña del colectivo Practica la justicia, que hace un llamamiento a adoptar un estilo de vida solidario y un compromiso activo en la defensa de los derechos de las personas.

Reserva para residencias

La secretaria de la Asociación de Panaderos, Pilar Alonso, agradeció que les hayan llamado, y señaló que la entidad, «que representa a más de un 90% del sector y emplea a más de 4.000 personas», colabora con el Banco de Alimentos de la mancomunidad del Txorierri y ha participado en proyectos como los desayunos cardiovasculares en colegios vascos. Confían que su aportación, la elaboración del roscón, en coordinación con Lapiko Catering, ayude a recaudar fondos en esta «estupenda» iniciativa.

Patxi Urigoitia, profesor de la escuela del colectivo de panaderos, creada hace un año, detalló que desde el día 3 empezará a preparar el roscón con ocho alumnos, que afrontan el reto «con ganas». Reveló la receta y también que, dado el tamaño del horno del que disponen, no será un bollo de récord. El director de Cáritas desveló que tratan de que sea excesivamente grande para satisfacer la demanda de los asistentes y reservar porciones para comedores sociales y residencias.