Detienen a un hombre en busca y captura que se escondía en el piso desahuciado en Bilbao

La Policía autonómica debía proceder al desalojo de una familia que había ocupado una vivienda en el número 29 de la calle Iturribide, en virtud de una orden judicial. Un banco había presentado una demanda por la ocupación de un inmueble y reclamaba su propiedad. En previsión de que la situación pudiera complicarse como ha ocurrido en otras ocasiones, se había movilizado a tres furgonetas de la Brigada Móvil de la Ertzaintza, que finalmente no tuvieron que intervenir. Durante el lanzamiento, que se produjo «sin incidentes» sobre las nueve y media de la mañana, según informó el Departamento de Seguridad, se identificó a cuatro personas que residían en la vivienda. Un quinto inquilino, identificado como M.M.C., que también vivía allí, fue interceptado en la calle.

El DNI de su hermano

El Grupo de Reclamados, una unidad de agentes creada en la comisaría de la Ertzaintza en Bilbao en 2013 para capturar a delincuentes buscados por la Justicia, sospechaba que podía tratarse de un peligroso delincuente, con numerosos antecedentes por robos con fuerza e intimidación, en paradero desconocido desde principios de año.

En un primer momento, el hombre trató de zafarse de la Policía mostrando un DNI de un hermano con gran parecido físico con él. Tras comprobar algunos datos con la base a través de la emisora, los policías llegaron a la conclusión de que no era quien decía sino un individuo con varias reclamaciones judiciales. Tras confirmar que se trataba de la persona reclamada, procedieron a detenerle por un delito de usurpación de identidad y por las dos órdenes judiciales: una vinculada con un robo en un domicilio y otra de ingreso en prisión para cumplir una condena de diez años de cárcel, también por robos. Tras ser puesto a disposición judicial, fue trasladado a prisión la misma tarde del jueves.

Sólo en los primeros ocho meses de 2013, el Grupo de Reclamados de la Ertzaintza de Bilbao puso en manos de la Justicia a 122 reclamados, entre ellos un individuo sobre el que pesaban diez requisitorias, cuatro de ellas de ingreso en prisión, y un homicida polaco huido desde hacía 15 años, acusado de matar a balazos al miembro de una banda rival. La captura de este criminal sirvió como bautismo de fuego para un servicio pionero, las denominadas «patrullas dirigidas o proactivas». En 2014 se detuvo entre otros a tres miembros de una banda organizada dedicada a la falsificación documental con orden internacional de búsqueda emitida por Francia.