Inditex pagará 20.000 euros al mes para un local de Oysho en Bilbao

Tras el cierre del establecimiento de Massimo Dutti, en la esquina de Berástegui, se dispararon las apuestas sobre la identidad del futuro inquilino. Estaba claro que albergaría una empresa con un fuerte músculo financiero, ya que los precios de la Gran Vía, pese a la apatía del consumo, siguen por las nubes. Los agentes inmobiliarios especularon en todo momento con la posibilidad de que el inmueble, situado justo enfrente de El Corte Inglés, fuese ocupado por una firma de moda. Es el sector que capitaliza desde hace años las transacciones más espectaculares que tienen lugar en la villa.

Las predicciones se han cumplido al milímetro. Inditex destinará este espacio para montar una nueva tienda de Oysho, su etiqueta de ropa íntima. La emplazará a escasos metros de la que abrió hace años. El cierre de Massimo Dutti estaba cantado desde la apertura de la macrotienda que montó en la galería comercial emplazada enfrente del Palacio foral. Y la puesta en marcha de este nuevo local de lencería tampoco ha sorprendido. Oysho se ha convertido en una de las firmas con mayor crecimiento dentro del gigante textil. Desde su nacimiento, en 2001, ha tejido una red de 575 establecimientos en todo el mundo.

Queda por saber qué pasará con el local que Oysho mantiene en el número 6 de la Gran Vía. Portavoces de la compañía gallega eludieron concretar cualquier aspecto, así como el coste que supondrá su expansión en Bilbao.

La operación, en cualquier caso, no le va a a salir barata. Según distintas inmobiliarias consultadas por este periódico, la renta oscilará entre los 18.000 y 22.000 euros mensuales. A diferencia de ciudades en las que se ha hecho con la propiedad de emblemáticos edificios, en Bilbao opta casi siempre por la fórmula del alquiler.

Pese a su impacto, estas cifras quedan lejos del récord marcado el pasado mayo por una clínica dental que desembolsa 50.000 por el local que Mango ocupó durante años en el número 37 de la Gran Vía, entre Perodri y Michael Kors. Tampoco llega a los 40.000 euros que el Grupo Cortefiel se comprometió a pagar cada mes por abrir un local de Springfield y llenar el vacío que dejó For tras entrar la compañía vizcaína en concurso de acreedores. Con su marcha, la Gran Vía, en su tramo entre la Plaza Circular y Moyua, se ha quedado casi huérfana de empresarios locales. Solo los joyeros de Perodri mantienen el pulso comercial.