Una gran bodega en El Arenal

Riojano, Joven y Fresco suma nueve ediciones en Logroño, y tanto la Administración local como el Gobierno autonómico y el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rioja están volcados en una iniciativa que pone en valor el gran símbolo de la tierra. Este año ya se ha celebrado en Santander y próximamente visitará Zaragoza, pero sus promotores no ocultan el vínculo especial que les une a la capital vizcaína. Javier Galiana, director de lomejordelvinoderioja.com, destacó la importancia de la plaza para una feria que consideran «la cata de vinos más importante del norte».

El grado de entendimiento de bilbaínos y vizcaínos y la afluencia a la cita, «cada vez más arraigada en Bilbao», propician que las bodegas tengan un «interés máximo» en esta parada de la gira. Prueba de ello son los 24 productores que se instalarán mañana en los tinglados, seis más que hace un año. Los precios, en cambio, no varían, a fin de que la cata «sea lo más popular posible». Los asistentes tendrán, a su vez, la oportunidad de compartir impresiones y formular consultas a bodegueros y enólogos y de paladear caldos en exclusiva, ya que Riojano, Joven y Fresco sirve de banco de pruebas para testar el éxito de vinos que irrumpirán en el mercado.

Los organizadores también pretenden acercar al público joven a un consumo moderado y con cierto grado de conocimiento del vino Rioja. Habrá caldos de todos los tipos, aunque Galiana hizo hincapié en el repunte que han experimentado los blancos. «Siempre manteniendo las raíces, y los vinos clásicos», matizó.

El nuevo presidente de los comerciantes, Unai Aizpuru, definió en su papel de anfitrión la celebración de la feria como «un honor», que permitirá a las Siete Calles incrementar su oferta enogastronómica y de ocio, a través de un producto «muy extendido en los locales hosteleros». Y adujo que la buena relación y la presencia de Bilbao en La Rioja, y viceversa, encuentra en el vino un nexo fundamental.