Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
antonio villarreal
Lunes, 2 de marzo 2015, 11:38
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Un cohete de la empresa Space Exploration Technologies (SpaceX) despegó ayer desde Cabo Cañaveral para poner en órbita a los primeros satélites de comunicaciones completamente eléctricos del mundo. Es el tercer lanzamiento en los últimos dos meses para la empresa aeroespacial fundada por Elon Musk, creador también de los coches eléctricos Tesla o de PayPal.
Los satélites que iban en la parte superior del cohete están construidos por Boeing y son propiedad, respectivamente, de Eutelsat Communications con sede en París y de ABS con sede en Bermudas, quienes compartieron los costes de fabricación y lanzamiento de estos satélites y los costes de lanzamiento.
Los satélites lanzados el domingo están equipados con ligeros motores totalmente eléctricos en lugar de los sistemas convencionales de propulsión química, que los satélites usan para alcanzar la órbita y mantenerse en ella. Eso permitió que ambos artefactos pudieran ser lanzados a bordo de un cohete de tamaño mediano como el Falcon 9.
Más ligero, menos rápido
"El valor de la propulsión eléctrica es que permite que el operador de satélites necesite mucho menos combustible que cuando el satélite tiene propulsión química", dijo el director ejecutivo de Eutelsat, Michel de Rosen, antes de su lanzamiento. "Tienes un satélite mucho más ligero, por lo que, en teoría, el coste de su puesta en marcha se reduce mucho".
SpaceX ha logrado reducir los costes de lanzar pequeños satélites al espacio, rompiendo lo que De Rosen consideraba un "cuasi-monopolio" de la empresa europea Arianespace. Aunque los términos del acuerdo no fueron revelados, la página web de SpaceX valora el coste de un lanzamiento del cohete Falcon 9 en 61 millones de dólares.
La desventaja de la propulsión eléctrica es que los satélites tardan meses, en lugar de semanas, en llegar a sus órbitas operacionales, 35.800 kilometros por encima de la Tierra, lo suficientemente alto como para aparecer prácticamente estacionado sobre una parte del globo.
El satélite de Eutelsat formará parte de una red de 35 miembros, ofreciendo servicios de comunicaciones para móviles, internet o video. Por su parte, ABS posicionará su nuevo satélite para servir a clientes en Europa, África y Oriente Medio. Según informa Reuters, las empresas se están asociando para enviar un segundo par de satélites a bordo de otro cohete Falcon 9 a finales de este año.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El juzgado perdona una deuda de 2,6 millones a un empresario con 10 hijos
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.