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Adoración Nieto, coautora de la investigación.
Los primeros años son claves para detectar la reaparición del cáncer de piel no melanoma

Los primeros años son claves para detectar la reaparición del cáncer de piel no melanoma

Con un seguimiento del paciente durante los cinco años posteriores a sufrir el primer diagnóstico se puede detectar precozmente el 78% de los segundos cánceres

REDACCIÓN

Lunes, 24 de agosto 2015, 17:13

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El 20% de los pacientes diagnosticados con un cáncer de piel no melanoma presentaron un segundo cáncer, que fue detectado, en el 44% de los casos, antes de cumplir dos años del primer diagnóstico, según una investigación realizada por la Universidad de Sevilla. El estudio, realizado en colaboración con el Hospital Universitario Virgen Macarena, también demostró que, una vez pasados cinco años del primer diagnóstico, la probabilidad de sufrir un segundo cáncer cutáneo desciende a la mitad. El cáncer de piel no melanoma incluye aquellos tumores malignos de dos tipos principales: carcinomas de células escamosas, epidermoide o espinocelular, y carcinoma de células basales o basocelular.

Para llegar a estos resultados, se realizó seguimiento durante 10 años, a casi 1.000 pacientes diagnosticados en este Hospital entre 1998 y 2000. La conclusión ha sido que los tres primeros años son claves para detectar otra lesión cutánea, disminuyendo a partir de entonces la probabilidad anual de un segundo cáncer cutáneo no melanoma. «Es importante hacer un seguimiento del paciente durante los cinco años posteriores a sufrir el primer cáncer de piel no melanoma, porque así se puede detectar precozmente el 78% de los segundos cánceres», defiende la investigadora Adoración Nieto, profesora de la Universidad de Sevilla y coautora del estudio, junto a David Moreno, Javier Domínguez y Juan José Ríos.

Entre hombres y mujeres, no existe una diferencia estadísticamente significativa respecto a la predisposición que puedan tener unos y otros para sufrir un segundo cáncer cutáneo no melanoma, aunque es menos frecuente que se produzca en mujeres. «Quizás porque tras sufrir una primera lesión se cuidan más que los varones», afirma la investigadora Nieto. En cuanto a edad, los pacientes mayores de 60 años y aquellos cuyas lesiones se localizan en las extremidades, muestran un mayor riesgo, estadísticamente significativo, de un segundo cáncer cutáneo no melanoma.

Aunque no representan más del 0,1% de las muertes debidas a cáncer, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), se debe ser muy precavido, sobre todo si se tiene una piel clara y se ha estado expuesto durante mucho tiempo al sol. Ambos tumores de cáncer de piel no melanoma se tratan con métodos locales, como criocirugía, radioterapia, escisión simple, y tiene muchas posibilidades de curación en la mayoría de los casos. Para el éxito de los tratamientos, el diagnóstico precoz mejora los resultados terapéuticos, especialmente en áreas estéticas como la cara, en la que puede ser necesario el uso de cirugía combinada con anatomía patológica intraoperatoria (conocida como cirugía de Mohs).

«Las mejoras en la referencia de pacientes entre atención primaria y especializada para cumplir con el objetivo del diagnóstico de cáncer en un máximo de 15 días y el uso de la teledermatología, posibilita que el especialista pueda diagnosticar precozmente y poner un tratamiento adecuado», concluye la profesora Nieto. «Aunque las características genéticas de cada persona también influyen, evitar la exposición inadecuada al sol o a otras fuentes artificiales de ultravioletas como las lámparas de las cabinas bronceadoras, ayudará a disminuir la aparición de tumores cutáneos y en el caso del melanoma es especialmente importante evitar la exposición aguda e intermitente al sol, que causa quemaduras solares, sobretodo en la infancia y adolescencia».

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