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Sábado, 1 de noviembre 2014, 01:40
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La oreja es, junto con la nariz, el único órgano que crece a lo largo de toda la vida. Por ese motivo puede reflejar la existencia de una enfermedad arterioesclerótica a simple vista.Las pequeñas lesiones vasculares que originan la arteriosclerosis y la mala circulación favorecen un crecimiento desigual de la oreja y la aparición de un pliegue en ella que podría estar avisando del riesgo de ictus o infarto. En definitiva, la oreja puede ser un centinela bastante fiable de la salud cardiovascular.
Estas son las conclusiones de un estudio presentado en el Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares SEC 2014, que asegura que la presencia de un pliegue diagonal en el lóbulo de la oreja está directamente relacionada con el riesgo de padecer infarto e ictus.
El carácter de centinela de este pleigue se ha deducido tras analizar a 300 personas a las que se fotografiaron ambas orejas, clasificándolas según las características del pliegue (bilateralidad, inclinación, longitud y profundidad). Posteriormente se estudió la historia clínica para relacionar a aquellos que tenían antecedente de enfermedad cardiovascular (infarto o ictus).
Casi la mitad (48,9%) de los pacientes con antecedentes de accidente cerebrovascular presentaba este pliegue, frente al 27,8% de los que lo mostraban sin tener antecedentes de ictus. Entre los sujetos con antecedentes de infarto, un 45,8% mostraba este pliegue, frente a un 28,2% en aquellos que no habían sufrido infarto, explica el doctor Esteban López de Sá, cardiólogo del Hospital La Paz de Madrid y uno de los autores del trabajo.
«El pliegue sospechoso, que puede considerarse como marcador de enfermedad cardiovascular, es aquél cuya inclinación tiene 45º en ambas orejas», explica la doctora Claudia Rodríguez-López, del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid y primera firmante del trabajo.
«Lo que muestran estos resultados es que la forma del lóbulo de la oreja puede indicar al médico a simple vista que la persona podría padecer una enfermedad cardiovascular o múltiples factores de riesgo», afirma López de Sá, que aconseja quienes presenten el pliegue y no hayan sido diagnosticadas de enfermedad cardiovascular acudan a su médico para un chequeo, «porque es muy probable que sean hipertensos, diabéticos o hipercolesterolémicos y, por lo tanto, necesiten tratamiento para controlar estos factores de riesgo y prevenir así complicaciones cardiacas futuras».
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