El Gobierno vasco aspira a que el 20% de los profesores de Universidad sean extranjeros

Alkorta precisó que esta meta que se ha marcado el Gobierno vasco en el plan universitario que aprobará «en breve» es «difícil pero alcanzable». La viceconsejera resaltó los beneficios de los programas Erasmus de intercambio entre estudiantes, pero apuntó que ahora «hay que dar un paso más» ya que «está pendiente la movilidad del profesorado». «La Universidad debe ser por su propia naturaleza un espacio internacionalizado, una 'pequeña ONU', y en este sentido hay que reconocer el avance que esto ha representado para el sistema universitario vasco, que en los últimos años ha logrado duplicar su producción científica en colaboración con otras universidades», dijo.

Entre las conclusiones de la jornada, celebrada en el Palacio Euskalduna de Bilbao y organizada por Unibasq, el director de Universidades del Gobierno vasco, Javier Alonso Aldama, reiteró la idea de que la internacionalización de los estudios superiorres es necesaria, pero que debe ser contemplada desde diversos puntos de vista, «como los del alumnado, el profesorado y el de otros agentes vinculados a la Universidad».

Alonso subrayó «los beneficios de recibir docentes y estudiantes extranjeros, que aportan otras formas de hacer y otra mentalidad a nuestras universidades». También resaltó «el enriquecimiento y el valor añadido que ofrece al alumnado la participación en programas de intercambio con otros países, tanto desde el punto de vista académico como en su maduración personal».

Cambio en la forma de trabajo

El director de la agencia de calidad, Juan Andrés Legarreta, que también participó en las jornadas, calificó ayer con un «notable alto» al sistema vasco integrado por la Universidad del País Vasco UPV/EHU, Deusto y Mondragon. Precisó que esa nota se alcanza «tanto en el contexto español como europeo».

El responsable de esta agencia, que se encarga de acreditar las titulaciones en el País Vasco, incidió también en que la internacionalización es «imprescindible» para alcanzar la «visibilidad y el reconocimiento» a nivel mundial. Legarreta precisó que ese concepto «es mucho más» que facilitar la movilidad del profesorado y de los estudiantes, y que implica «un cambio en las estructuras y modo de trabajo de las universidades», y afecta «a la cultura interna y objetivos de formación».