Borrar
Cuando se compite en un río, se comienza ya dentro del agua. / Fernando Gómez
Primer triatlón: lo imprescindible

Primer triatlón: lo imprescindible

Nadar, pedalear y correr. El triatlón está de moda. Las claves para entender este deporte y la lista de material básico que se necesita para poder participar en uno

Gonzalo De las Heras

Miércoles, 22 de octubre 2014, 17:48

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Nadar, pedalear y correr. Es relativamente simple. Se trata sólo de eso. Es el triatlón y, evidentemente, está de moda. Comenzó como un reto épico para determinar al deportista más en forma. Ahora se ha puesto de moda y el número de practicantes se multiplica. Quizás porque reciclados de otros deportes se hayan reconvertido en triatletas en masa, o por el efecto llamada de las pruebas más exclusivas, más épicas, más duras, ahora que parece que los maratones ya son para cualquiera

Popular o federado

Al igual que en muchos deportes, hay dos tipos de pruebas: populares o federadas. En el caso del triatlón, la proporción de pruebas populares es relativamente baja, al menos en el País Vasco, por lo que si uno quiere completar una temporada de pruebas, debe incorporarse al circuito federado necesariamente. ¿En qué se diferencian unas de otras? Básicamente en que en las federadas hace falta estar inscrito en la federación correspondiente (como independiente o como parte de un club), lo que implica, entre otras cuestiones administrativas, presentar un certificado médico. Como contrapartida, se cuenta con un seguro que cubre competiciones y entrenamientos. En el otro sentido, en las pruebas populares, los tiempos de corte son menos exigentes (o directamente no existen) y la normativa es, en general, menos estricta. Si lo que queremos es probar a ver si nos engancha, o si somos capaces, lo mejor es apostar por una prueba popular.

Distancias

Aunque la gente ajena al triatlón tienda a asociarlo a la distancia más larga, denominada comúnmente Ironman -el nombre que utiliza la franquicia de organizadores más popular-, lo cierto es que no es la única. Es, de hecho, la menos común, pues la preparación necesaria y el desgaste que provoca impide competir en muchas de estas pruebas al año. Así, desde la más corta, la supersprint (400 m. de natación, 10 km. de ciclismo y 2,5 de carrera) a la citada Ironman (3.800 m. de natación, 180 de ciclismo y 42,2 de carrera), podemos encontrarnos con la distancia sprint (750 m. de agua, 20 km. de ciclismo y 5 km. de carrera) y la olímpica (1,5/40/10). Sprint y Olímpica son las más comunes, aunque últimamente cada vez son más frecuentes las pruebas de Media distancia (1,9/90/21,1). El Triatlón de Bilbao (en mayo), con indudable tirón internacional, es, por ejemplo, una prueba de este tipo, mientras que en Vitoria (julio) se celebra otro triatlón de renombre, en versiones de distancia completa y media.

Material necesario

En cualquier caso, ¿qué necesito para practicar triatlón? Asumamos que se trata de un deporte costoso, pues suma la intendencia de tres especialidades diferentes, además de algunos objetos específicos. Hay que contar además con el gasto que supone el acceso a piscinas y otros recintos deportivos.

Para los tres segmentos

Lo habitual es competir con tritraje, una especie de mono que se usa a lo largo de toda la prueba. Está pensado para secarse rápidamente, incorpora una pequeña badana para el sector ciclista y es cómodo para la parte de carrera. En cualquier caso, no es imprescindible. Para debutar en una distancia corta unas mallas y una camiseta nos pueden servir. Sí debemos hacernos con un portadorsal, un cinturón de goma al que atar el dorsal sin tener que utilizar imperdibles, pues el reglamento obliga a llevar el número en la parte trasera en el ciclismo y en la delantera en la carrera a pie.

Para el agua

El uso traje de neopreno puede ser obligatorio, estar autorizado o estar prohibido según la temperatura del agua. En el Cantábrico, lo normal es que sólo en algunos momentos de agosto y septiembre esté prohibido su uso. En el caso de estar permitido, lo habitual es utilizarlo, pues ayuda a flotar y la natación es más sencilla con él puesto. En todo caso, es imprescindible para poder para entrenar algunos meses antes de la prueba en aguas abiertas. Los trajes de triatlón son diferentes de los de surf: son más flexibles en la zona de los hombros y más finos.

Gafas de natación. Similares a las de piscina, pero en versiones con cristales oscuros para no ser deslumbrado por el sol mientras se nada. Lo habitual es tener varios pares y elegir en función de las condiciones. El gorro, que está numerado y hace las veces de dorsal en el agua, lo proporciona el organizador de la prueba. No está de más llevar un segundo gorro para ponerse debajo en las primeras pruebas de la temporada, cuando el agua del mar está aún bastante fría.

Para el ciclismo

En las pruebas federadas, es obligatorio que la bicicleta sea de carretera con manillar curvo convencional. Las bicicletas específicas de contrarreloj, denominadas cabras en el argot, sólo están permitidas en las pruebas en las que no está permitido circular en grupo. Por contra, en las pruebas populares, se puede participar también bicicletas de montaña. El casco homologado es obligatorio, por cierto.

Un elemento diferenciador son las zapatillas de ciclismo especializadas. Se diferencian de las convencionales de ruta por estar diseñadas para que sean más fácil de poner y quitar (incluso en marcha). Nada impide competir con zapatillas convencionales de ciclismo, o incluso con zapatillas de correr y pedales de plataforma. Si son de las que se cierran con tiras de velcro, mejor que con cualquier otras.

Para la carrera

La facilidad para calzarse hace que la transición sea más cómoda y rápida, por lo que lo habitual es utilizar zapatillas convencionales en las que los cordones son reemplazados por unas gomas para que no sea necesario anudarlas y perder tiempo con ello. Por supuesto, existen zapatillas específicas, que suelen caracterizarse por incluir de serie estos cierres rápidos y un diseño que permite utilizarlas sin calcetines, lo que también nos hace ganar tiempo durante las transiciones. El resto de impedimenta, es la habitual según las circunstancias: gorra, gafas de sol

Entonces, ¿quién puede hacer un tritatlón? En teoría, cualquiera que sepa nadar, andar en bicicleta y correr (y estar en una forma física razonable), puede acabar un triatlón, al menos en su versión popular. Otra cosa es aspirar a marcas concretas o a distancias mayores. En el caso de las pruebas federadas, convendrá consultar en tiempo de ese triatlón en concreto. Es entonces cuando el límite lo pone el entrenamiento y la forma física de cada uno, claro. Con todo, conviene no subestimar la angustia que puede sentirse en aguas abiertas o la dificultad de circular en grupo si no estamos acostumbrados a ello, además de la sensación de empezar a correr con las piernas castigadas por haber pedaleado. Pero algo tendrá, porque el número de practicantes no hace más que crecer.

Si se está decidido a hacerlo, o a probar, lo mejor es ponerse en contacto con algún club local. Por lo general, estarán encantados, y siempre es más entretenido entrenar encompañía. En casi cualquier tienda de atletismo o de ciclismo sabrán ponerte en contacto con un club. O, mejor aún, en una tienda específica de triatlón.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios