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Pedro Ontoso
Viernes, 6 de junio 2014, 00:38
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La primera vez que pisé el suelo de El Bierzo era casi un territorio virgen. Mientras en la discoteca del Hotel Temple de Ponferrada las bolas y los cañones de iluminación se reflejaban en la pista, en lo alto de Piornedo las excavadoras abrían ...
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