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Cuando lo exótico está en casa

Navarra, Almería, Aragón y Canarias acogen grandes extensiones de areniscas que alternan con montañas y valles

Domingo, 04 de Mayo de 2014

Los desiertos despiertan pasiones. Hay quien ve en ellos un mundo de libertad, donde dejar correr la imaginación mirando hacia el infinito donde horizonte y cielo se dan la mano. España no es un país con grandes dimensiones desérticas si bien existen cuatro zonas donde las areniscas conforman paisajes naturales dignos de visitar. Hablamos de Las Bárdenas Reales de Navarra de unas 42.000 hectáreas; el desierto de Tabernas, en la provincia de Almería, considerada el único desierto como tal de toda Europa; el Parque Natural de Jandía, en Fuerteventura y el de Los Monegros, en el valle del Ebro, en Aragón que abarca un área de unas 276.440 hectáreas.1. Las Bardenas Reales, NavarraAl suroeste de Navarra, en un lugar mágico, se localiza Las Bardenas Reales, un paraje natural semidesértico de unas 42.000 hectáreas donde el viento y la lluvia han erosionado los suelos creando formas sorprendentes en las que destacan los barrancos, las mesetas de estructura tabular y los cerros solitarios.Este Parque Natural Reserva de la Biosfera, propiedad de la Comunidad Foral de Navarra y sin núcleos urbanos tiene una escasa vegetación y las múltiples corrientes de agua que surcan el territorio tienen un caudal marcadamente irregular, permaneciendo secos la mayor parte del año.Las Bardenas están divididas en varias zonas claramente diferenciadas donde principalmente destacan dos, la Bárdena Blanca y la Bárdena Negra, aunque hay también otras zonas menores de gran singularidad.2. El desierto de Tabernas, AlmeríaA tan solo 30 kilómetros de Almería capital se localiza el desierto de Tabernas perteneciente a los términos municipales de Tabernas, Gádor, Santa Cruz, Alboloduy y Gérgal. Este Paraje Natural tiene una extensión de 280 km2 y es la única zona considerada como desierto propiamente dicho en todo el continente europeo.Las pocas lluvias suelen ser torrenciales, con lo que el pobre suelo de margas y areniscas sedimentarias que posee muy poca vegetación no consigue retener humedad, sino que al contrario sufre mayor erosión formando los característicos paisajes con cañones y barrancos.Entre los animales que habitan el desierto de Tabernas abunda la paloma zurita, la carraca, el cernícalo vulgar, el mochuelo común, la grajilla, el avión roquero, el vencejo real, la collalba rubia, el gorrión chillón la perdiz roja, algunos halcones peregrinos y águilas perdiceras y reales. El búho real caza conejos y pequeños roedores. También hay zorros que cazan al atardecer y por la noche.3. Parque Natural de Jandía, FuerteventuraEn el extremo sur de la isla canaria de Fuerteventura se esconde el parque de Jandía, un área desértica que se abre como un gran arco montañoso que desciende bruscamente hacia el océano con una zona llana en la parte central. Sin duda toda una experiencia la vista desde la playa de Jandía, de arena fina y aguas cristalinas y frías del Atlántico.En la parte meridional de esta zona natural se encuentran las máximas elevaciones que forman grandes barrancos abiertos en forma de U. Destaca como núcleo poblado la villa y la famosas playa de Cofete.En conjunto, Jandía configura un paisaje casi intacto e imponente, plagado de elementos naturales de gran valía, hasta el punto de representar una de las muestras más valiosas y peculiares de la naturaleza canaria.4. Desierto de Los MonegrosEn el Valle del Ebro, en Aragón, encontramos el desierto de Los Monegros que abarca un extenso territorio de unas 276.440 hectáreas repartido en 49 pueblos de 31 municipios.Los Monegros posee un ecosistema singular, único en Europa, cuya riqueza biológica ha demostrado ser excepcionalmente importante en términos cuantitativos y cualitativos. Más de 5.400 especies biológicas habitan este territorio, cifra superior a la conocida de cualquier otro hábitat nacional o europeo.La zona es muy conocida por el Monegros Desert Festival, un festival de música electrónica que se celebra cada año en el desierto desde 1994. Esta cita musical que reúne a miles de amantes de la música electrónica es muy criticado por los ecologistas quienes aseguran que daña seriamente este paraje natural aunque no protegido.

 

 

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