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El acceso al centro cultural donde se produjo uno de los atentados.
"Hubo 200 disparos, las balas traspasaron las puertas y todo el mundo se echó a tierra"

"Hubo 200 disparos, las balas traspasaron las puertas y todo el mundo se echó a tierra"

El embajador francés en Dinamarca, François Zimeray, presente en el centro cultural donde se produjo el tiroteo, salvó su vida al refugiarse junto con el caricaturista Lars Vilks en una cámara frigorífica

AGENCIAS

Domingo, 15 de febrero 2015, 12:58

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El embajador francés en Dinamarca, François Zimeray, presente en el centro cultural donde un individuo protagonizó un tiroteo que causó un muerto, -del que no ha transcendido su identidad- , afirmó sentir que vivía otro asalto como el que tuvo lugar el pasado 7 de enero en la redacción del semanario satírico galo "Charlie Hebdo" en París. "No me podía creer que volviera a suceder lo mismo que en París, pero en unos segundos me di cuenta de que estábamos volviendo a vivir lo mismo que en 'Charlie Hebdo'", indicó el diplomático al semanario "Le Journal du Dimanche".

Encargado de abrir el coloquio, el diplomático había acabado su intervención y se quedó a escuchar la de la militante Femen Inna Shevchenko cuando comenzó el tiroteo. Zimeray relató que las cuatro decenas de asistentes al coloquio sobre la libertad de expresión se tumbaron en el suelo y trataron de arrastrarse hasta la salida, donde seguían produciéndose disparos.

El debate lo había organizado el Comité Lars Vilks, el caricaturista sueco que dibujó a Mahoma con cara de perro. Junto a él se encontraba el embajador francés François Zimeray y quen lograron salvar la vida refugiándose en la cámara frigorífica de la cafetería del centro cultural, según agencia Atlas.

"Un milagro" que no hubiera más muertes

El embajador aseguró que fue "un milagro" que no hubiera más muertos y agradeció la actuación de la policía que había acudido porque en el debate se encontraba el dibujante sueco Lars Vilks, amenazado tras haber caricaturizado en 2007 a Mahoma como un perro, que ya había sido víctima de un intento de asesinato y vive bajo protección policial.

En declaraciones al vespertino "Le Monde", Zimeray, que antes de ocupar la legación en Copenhague fue embajador de derechos humanos de Francia, señaló que con el tiroteo vivió "un cambio de sociedad" que plasmó en la metáfora de que llegó "en bicicleta, a la danesa", y partió "en coche blindado".

El asesino entró en el centro cultural Krudttonden, armado con una ametralladora y abrió fuego mientras se debatía sobre "Arte, blasfemia y libertad" en presencia de decenas de personas.

"Nos dispararon desde el exterior. Tenían la misma intención que [en el ataque a] Charlie Hebdo, pero no pudieron entrar", declaró a la AFP el embajador, contactado cuando se encontraba todavía en el interior, refiriéndose al atentado del mes pasado en París contra la revista satírica francesa que también había publicado caricaturas de Mahoma.

"Intuitivamente diría que hubo al menos 50 disparos, y los policías aquí nos dicen que hubo 200. Las balas pasaron a través de las puertas y todo el mundo se lanzó a tierra", dijo.

El encargado del acceso a la sinagoga

En el tiroteo de la madrugada de este domingo, un hombre de 37 murió de un disparo en la cabeza cerca de la principal sinagoga de Copenhague y dos agentes fueron heridos, aunque sus vidas no corren peligro.

Michael Gelvan, presidente del Consejo de Seguridad Judío Nórdico, informó que el hombre fallecido era el encargado del "control de los accesos" al edificio, donde se estaba celebrando una ceremonia. "La policía estaba en el lugar. Vino alguien y comenzó a disparar", dijo el portavoz policial, Allan Teddy Wadsworth-Hansen.

La primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, calificó el ataque del sábado de "acto de violencia cínico (...) atentado político y por lo tanto un acto terrorista". Varios sectores de la capital danesa fueron acordonados, aunque la población puede desplazarse por ella "con seguridad", según la policía.

El presidente francés, François Hollande, expresó a la mandataria danesa "toda la solidaridad de Francia", que en enero sufrió el atentado a Charlie Hebdo, seguido por un asesinato en plena calle de una agente y un ataque a un supermercado judío. En total 17 personas murieron en los atentados que mantuvieron en vilo al país durante tres días.

Las condolencias de Rajoy

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha enviado un telegrama a la primera ministra de Dinamarca, Helle Thorning-Schmidt, en el que expresa sus "más sinceras condolencias" por el "cobarde y cruel" atentados perpetrados en Copenhague.

En el telegrama, Rajoy expresó su confía en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Dinamarca y ofreció "toda la colaboración" del Gobierno español y de las fuerzas de seguridad españolas.

Reacción de la UE

Las instituciones de la Unión Europea (UE) han condenado los dos ataques en Copenhague y aseguraron que estos sucesos solo fortalecen su determinación de combatir el terrorismo. "Una vez más, Europa está conmocionada por lo que parece ser otro ataque terrorista brutal dirigido contra nuestros valores y las libertades fundamentales, incluida la libertad de expresión", afirmó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en un comunicado en "nombre de la UE".

"Nuestra determinación de luchar contra todo tipo de extremismos y contra el terrorismo solo se fortalece con este tipo de ataques", aseguró el exprimer ministro polaco. "Esta determinación fue confirmada por todos los líderes de la UE en la cumbre celebrada en Bruselas hace solo dos días, vamos a seguir adelante con nuestras nuevas prioridades acordadas en la lucha contra el terrorismo", aseveró. "Haremos frente a esta amenaza juntos", añadió.

"Guerra sin cuartel"

El ministro israelí de Exteriores, Avigdor Lieberman, pidió una "guerra sin cuartel" contra el terrorismo islamista después de los dos últimos atentados cometidos en la capital danesa. "La cadena de sucesos terroristas en Copenhague demuestran lo que venimos diciendo desde hace años: que Israel y los judíos son el parachoques de este terrorismo ante todo porque están (físicamente) en el frente de guerra", señaló el ministro en declaraciones que recoge la edición electrónica del diario Yediot Aharonot.

El segundo de los ataques fue en las puertas de una sinagoga en la que se celebraba un evento de "bar mitzvá" (similar a la comunión en el cristianismo) y en él murió un joven de esta comunidad que participaba en la seguridad del centro. Lieberman agregó que "Israel y los judíos son el frente de una guerra que el terrorismo lleva a cabo contra Occidente y el mundo libre".

"La comunidad internacional no debe contentarse con declaraciones y protestas contra este terrorismo, sino despojarse de la corrección política y declarar una verdadera guerra sin cuartel contra el terrorismo islamista y sus raíces", concluyó.

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