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Votantes esperan su turno para depositar su papeleta en la ciudad de Portobello, cerca de Edimburgo.
Escocia, las claves de un referéndum que tiene en vilo a Europa

Escocia, las claves de un referéndum que tiene en vilo a Europa

Las encuestas otorgan una ajustada ventaja de entre dos y cuatro puntos al 'no' en la histórica consulta de hoy, en la que el Reino Unido se juega su supervivencia tres siglos después de su nacimiento

Juan Luis Pineda

Jueves, 18 de septiembre 2014, 00:22

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Una Escocia partida en dos sobre la conveniencia de continuar dentro del Reino Unido, como en los tres últimos siglos, o convertirse en un país independiente vota hoy en un referéndum que tiene en vilo a Europa por la incertidumbre sobre el resultado y el terremoto institucional que supondría una victoria del 'sí'. Con la convocatoria pactada de la consulta, un hecho sin precedentes en la historia moderna, el primer ministro británico, David Cameron, aspiraba a reforzar su liderazgo, dar alas Partido Conservador -residual en esa zona tras el devastador ciclón de Margareth Thatcher- y, de paso, comer terreno a los laboristas -Escocia es su gran feudo-, desde una firme convicción: el rechazo a la secesión sería abrumador. Con los partidarios de crear un Estado propio en alza desde hace meses hasta rozar la mayoría, la jugada amenaza con convertirse en la tumba política del líder 'tory', incluso aunque el 'no' se imponga finalmente. El proceso es seguido con extrema atención en una Cataluña en plena efervescencia nacionalista y también en Euskadi, donde el Gobierno vasco y el PNV se miran en el espejo escocés (acuerdo con Madrid y posterior consulta en las urnas) como fórmula para adquirir mayores cotas de poder.

Estas son las claves del referéndum:

¿Qué se somete a referéndum?

Los escoceses tienen que pronunciarse sobre una pregunta muy clara: "¿Debería Escocia ser un nuevo país independiente?". El 'sí' y el 'no' figuran en sendas casillas en las papeletas para marcar con una 'X' la respuesta elegida. El ministro principal escocés, el nacionalista Alex Salmond, planteó incorporar una segunda pregunta: si, en el supuesto de que no saliera adelante la secesión, los ciudadanos serían partidarios de una mejora del estatus actual de Escocia dentro del Reino Unido. El primer ministro británico, el conservador David Cameron, rechazó esa posibilidad y prefirió jugárselo todo a una sola baza. A la vista de la pujanza del 'sí' que han reflejado las encuestas en las últimas semanas, tanto él como los laboristas han prometido un avance sustancial en el autogobierno de Escocia en el supuesto de que triunfe el 'no'.

¿Quiénes tienen derecho a votar?

Se han registrado para hacerlo 4.285.323 personas, un récord sin precedentes en cualquier llamamiento a las urnas en Escocia. De ellas, 700.000 votarán por correo. Los alrededor de 800.000 escoceses que viven en otros puntos del Reino Unido no tienen derecho a pronunciarse. Decidirán sobre la independencia los británicos -escoceses, pero también los alrededor de 400.000 ingleses, galeses y norirlandeses-, irlandeses, ciudadanos de la UE y de la Commonwealth mayores de 16 años y que tengan permiso de residencia en Escocia.

¿Qué mayoría es necesaria para que Escocia sea independiente?

Basta con la mitad de los votos depositados más uno. Los colegios electorales permanecerán abiertos desde las siete de la mañana hora local (las 8.00 en España) hasta las diez de la noche. Los resultados definitivos no se conocerán hasta la mañana el viernes "a la hora del desayuno", según han anunciado los responsables del recuento oficial.

En el supuesto de ganar el 'sí', ¿la independencia sería inmediata?

No. El acuerdo para celebrar el referéndum, sellado por Cameron y Salmond el 15 de octubre de 2012, prevé un complejo y dilatado proceso de construcción del nuevo Estado, que finalizaría el 24 de marzo de 2016 con la entrada en vigor de una Constitución propia.

¿Qué pronostican las últimas encuestas?

Conceden una mayoría al 'no' tan exigua que nadie se atreve a garantizar el resultado final. El diario bnritánico 'The Telegraph' y el escocés ?Scotsman' publicaban este miércoles un sondeo que otorgaba un 52% al 'no' y un 48% al 'sí'. Una encuesta de la cadena de televisión escocesa STV reducía esa distancia a solo dos puntos: el 51% votaría en contra de la independencia y el 49% a favor.

¿Cuáles son los principales argumentos de los defensores de la independencia?

Escocia se beneficiaría, en mayor medida que hasta ahora, de su fortaleza energética, basada en sus abundantes reservas de petróleo en el mar del Norte. Además, podría impulsar el fomento de su cultura y sus tradiciones, así como del Estado de Bienestar, y aplicar una política económica propia, alejada del neoliberalismo imperante en Londres. El país independiente se mantendría ligado a la Corona y a la libra esterlina, han proclamado los partidarios del 'sí', y permanecería tanto en la UE como en la OTAN. Los máximos responsables de estas dos instituciones, contrarios a la secesión, han rechazado de forma radical esa posibilidad.

¿Qué sostienen los partidarios del 'no' a la secesión?

Escocia se empobrecería, sería incapaz de pagar sus deudas y de sostener el sistema de pensiones, y los grandes bancos y empresas huirían, entre otros efectos devastadores para la economía del país. Además, quedaría fuera de la UE y la OTAN, y aislada internacionalmente. Tanto los conservadores -un partido casi marginal en Escocia- como los laboristas -mayoritarios hasta las elecciones de 2011, en las que se impusieron los nacionalistas- han prometido un sustancial aumento de las competencias si gana el 'no', en un desesperado intento por reducir las filas del independentismo. La unión beneficia a todos, proclaman ambos partidos.

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