Borrar
La tonadillera, de la mano con su hija.
Romance de Chabelita, 'niquelao'

Romance de Chabelita, 'niquelao'

Isabel Pantoja, ahora a cargo de hija adolescente y nieto, acumula más melodrama en su vida que en su extenso repertorio

arantza furundarena

Martes, 22 de julio 2014, 01:05

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Nunca he cerrado las puertas de mi casa a mi hija. Fue ella la que tomó la decisión de marcharse. Lo único que pido es que no le hagan daño. Es mi vida». Tú a esto le añades un poco de dramatismo y un acompañamiento de orquesta con mucho viento, conviertes el 'Es mi vida' en un pegadizo estribillo, lo aderezas con una buena ración de gorgoritos: «Nunca he cerra-ba-ba-do las puertas de mi ca-ba-ba-sa a mi hi-bi-bi-bi-ja...», lo rematas con un rotundo golpe de bata de cola y te queda 'niquelao'. Ya tiene Isabel Pantoja otra canción que añadir a su melodramático repertorio para poner este verano los teatros boca abajo. Y es que la Panto no necesita recurrir al manoseado romance de la reina Mercedes para dejar a su público con el corazón encogido y un estrujado 'cleneex' en la mano. Le basta con cantar su vida en verso, ahí tiene crónica negra de sobra.

Que Chabelita Pantoja volvía a Cantora con las orejas gachas, sin novio y con churumbel, estaba más cantado que 'Marinero de Luces'. Ahora ese regreso de hija pródiga ya se ha producido y la Panto (aunque lo disimule) está que toca las palmas, por tener a su niña y a su nieto cerca y porque el tiempo (cuatro meses han bastado) ha terminado por darle la razón: que un embarazo de una colegiala de 17 años con un chaval de 19, sin oficio ni beneficio y padre además de otro hijo del que jamás se ha hecho cargo, tenía todas o casi todas las papeletas para terminar en fracaso. Finalizada la aventura, María Isabel junior se ha ido a casa de su madre, que es adonde se iban las mujeres de antes cuando discutían en serio con el marido. Y Alberto Isla se ha largado a la playa con los amigotes, que es adonde se van los maridos de ayer, de hoy y de siempre, cuando te salen gandules.

Philip Seymour lo tenía claro

Ahora estamos a la espera de la representación de 'El romance de la niña María Isabel'. Si ella será la primera en hablar o esperará a que se le adelante Isla, en cuanto se quede sin 'cash' para rebujitos. Sin estudios superiores, sin oficio ni talento conocido, y tal como está hoy día el paro juvenil, a estos dos no les queda otra que buscarse la vida a base de venderla por capítulos. La audiencia la tienen asegurada, sobre todo si, como se dice, hay una infidelidad de por medio. Isabel Pantoja quizá soñaba con un hijo cirujano o con una hija economista pero ambos le han salido personajes mediáticos vocacionales, pura carne de plató. A Kiko Rivera, el hermano mayor de Chabelita, ya le han hecho un documental. Lo han pasado en Telecinco (yo lo veía más para La 2). Y la conclusión de los expertos tras diseccionar su fugaz carrera como cantante es que «un pedo afina mejor». Eso sí, llámame 'pedo' y échame pan. A Kiko desde entonces le han encargado más actuaciones que trajes de novia a la mujer de Fran Rivera.

Tal vez el problema de la Panto con sus improductivos retoños es que los consiente demasiado. En esto, el difunto Philip Seymour Hoffman lo tenía clarísimo. Con el fin de evitar que sus tres hijos se conviertan en unos malcriados los ha dejado sin herencia. «Para malcriado y echado a perder ya estoy yo», pensaría el actor, que murió recientemente de una sobredosis de heroína. Y luego tenemos a Rociíto. Ella ha heredado millones pero quiere trabajar. Se dio más importancia que las patatas al anunciar que sería la quinta presentadora de 'Hable con ellas'. Con ese mismo criterio (la audiencia), y por solidaridad, bien podrían hacer ahora otro hueco en el sofá y convertir en la sexta a Chabelita.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios