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"Esta txapela me sabe igual que la primera"
final del cuatro y medio

"Esta txapela me sabe igual que la primera"

El delantero de Ibero dice que esta victoria tiene "un gran valor" y Aimar Olaizola reconoce que se vio "dominado durante todo el partido"

enrique echevarren

Lunes, 15 de diciembre 2014, 01:28

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Juan Martínez se tumbó en el suelo del Bizkaia de Bilbao cuando Aimar Olaizola no pudo poner en el frontis la última pelota. Los organizadores habían colocado un cordón para evitar que los seguidores saltaran a la cancha a la conclusión de la final, pero fue insuficiente. El delantero de Ibero fue estrujado literalmente por sus seguidores, encabezados por su amigo Lagarto. Su padre, Juan Ángel, también se sumó a la fiesta, mientras Aimar esperó pacientemente a que se levantase para felicitarle. Ambos se fundieron en un abrazo.

Compareció en la sala de prensa con el trofeo y la txapela, cosa que no sucedía en las últimas finales. «Hasta que llegas a 22 no tienes la posibilidad de descansar. Con el 20-10 a mi favor me ha entrado miedo y he hecho los dos peores saques de todo el partido. No conseguía quitarle el aire y la final transcurría a tacadas. Así son las finales. Me ha tocado sufrir, pero esta txapela me sabe igual de bien que la primera que gané como profesional», decía Irujo mientras saboreaba la victoria.

El delantero de Ibero consideró que la clave del partido estuvo en que «le he dado velocidad a la pelota y gracias a ello he podido dominar el peloteo. Ambos hemos cometidos errores, Aimar más que yo. Le he enviado continuamente la pelota a los pies y él no se ha encontrado a gusto en la cancha».

Reconoció estar «contento» por la victoria. «Al final quizás me ha entrado miedo a ganar -reiteró-. No le hacía daño y tampoco he aprovechado la ventaja de tener el saque a favor, pero me he quitado un peso de encima. Tenía en la cabeza que había que sufrir si quería ganar la txapela y que no podía darme por vencido. Ganar una txapela como ésta ante un pelotari de la categoría de Aimar, que tiene siete y que había ganado las tres últimas de forma consecutiva, tiene gran valor para mí. Me hace mucha ilusión llevármela a casa. No le puedo pedir más a este año».

Entra en la historia de la pelota al ser el primer manista en conseguir el triplete en dos ocasiones. «Eso es algo muy bonito y ya tendré tiempo de pensar en eso cuando me retire. Ahora mismo cambiaría el triplete por ganar tres txapelas más en distintos años».

«Hoy, fuego»

Por último, quiso dedicarle el triunfo a su familia, «a los de casa, que son los que me aguantan, y a todos los compañeros de Aspe que me han ayudado siempre a preparar este campeonato, dejando incluso sus entrenamientos del Parejas». Irujo y sus incondicionales fueron a celebrarlo anoche a la sidrería La Runa de Pamplona, con mariachi incluido. «Hoy, fuego».

Por su parte, Aimar Olaizola admitió la derrota con deportividad en las entrañas del recinto de Miribilla. «No me he encontrado cómodo en la cancha. Estaba sin chispa. Irujo le ha dado mucha más velocidad a la pelota que yo y me he visto obligado a arriesgar porque tenía el partido perdido. Por si fuera poco, he hecho muchos regalos». Sin peros. «Me he visto dominado todo el partido y la txapela es totalmente merecida para Juan».

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