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Imagen de los autobuses calcinados.
Asumen la quema de los cinco autobuses en apoyo a los presos de ETA enfermos

Asumen la quema de los cinco autobuses en apoyo a los presos de ETA enfermos

La Audiencia Nacional se hace cargo de las diligencias judiciales por el ataque, que causó daños por un millón de euros

txema izagirre

Miércoles, 20 de agosto 2014, 07:14

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Un grupo hasta ahora desconocido se ha responsabilizado del incendio que ayer destruyó cinco autobuses en la localidad vizcaína de Loiu y lo ha justificado como apoyo a los presos de ETA enfermos. La asunción del ataque se ha realizado mediante un correo electrónico enviado a EITB en el que explican que colocaron artefactos en uno de los autobuses y que las llamas se extendieron hasta los otros cuatro. Todos los vehículos quedaron calcinados y los daños causados pueden ascender a un millón de euros.

Los autores del ataque indican que quieren denunciar la situación de los presos enfermos y reclaman su puesta en libertad. En la nota, que va acompañada de un listado con los nombres de diez presos de ETA enfermos, advierten de que "no se quedarán mirando al cielo mientras se les siga matando en las cárceles". La Policía vasca, al inspeccionar la zona donde estaban los autobuses destruidos por las llamas, encontró pasquines con textos de apoyo a los presos de ETA.

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu había abierto hoy mismo diligencias de investigación para esclarecer la quema de los cinco autobuses de la empresa de transportes Lujua, han informado fuentes jurídicas. Andreu, que se encuentra esta semana de guardia, ha adoptado esta decisión tras recibir el atestado de la Ertzaintza que apunta a la posibilidad de que se trate de un acto de sabotaje o de violencia callejera al haber aparecido en las inmediaciones del incendio pasquines en apoyo a los presos de ETA.

Ante la posibilidad de que los hechos puedan ser constitutivos de un delito de estragos terroristas, el juez Andreu había optado por abrir una investigación para tratar de determinar si efectivamente los autobuses fueron quemados de forma deliberada y, de confirmarse, tratar de identificar a los presuntos autores del incendio.

La alarma saltó a las 5.10 horas del miércoles, cuando un vecino alertó a la Ertzaintza por teléfono «tras escuchar varias explosiones» en la explanada de Larrakoetxe Enparantza, donde está el aparcamiento de la empresa. El Departamento de Seguridad apuntó que «las llamas empezaron en uno de los autobuses y se extendieron al resto», sin que los Bomberos pudieran hacer nada por salvar alguno de los vehículos que allí se encontraban estacionados. Todo sucedió con enorme celeridad.

El incendio se sofocó una hora después, para las seis y diez de la mañana. El intenso humo obligó, como medida preventiva, a cortar el tráfico en la carretera BI-3707, entre Loiu y Derio. La Ertzaintza restableció la circulación cuando el fuego estaba apagado por completo. «Es muy posible que el siniestro no haya sido fortuito», aseguraron fuentes de la Ertzaintza, que mantiene «todas las vías de investigación abiertas».

Desde el propio Departamento se informó que, «a unos 50 metros del fuego se encontraron unos panfletos, caseros y rudimentarios, con alusiones a presos de ETA». Tanto las primeras inspecciones realizadas por los peritos policiales y los expertos en extinción apuntaron a «indicios» de que el fuego hubiera sido «provocado».

Importantes pérdidas

«No tenemos problemas laborales de ningún tipo», afirmó el responsable de la empresa. Abatido por lo sucedido, Pablo Pesquera aseguró ayer que el fuego le ha causado daños valorados en «algo más de un millón de euros». Es lo que cuestan aproximadamente los cinco autobuses que ardieron hasta ser reducidos a chatarra. Todos tenían «entre dos y tres años de antigüedad». El incidente ha dejado muy afectado a este empresario, que confesó desconocer si los seguros se harán cargo de los daños. En cualquier caso sufrirá pérdidas importantes. Para las aseguradoras, el coste de estos vehículos se devalúa con el paso del tiempo y para reponerlos, el empresario precisa comprar nuevos autocares a un precio más elevado.

El suceso supone un severo revés para la firma, que tiene una plantilla de 30 trabajadores y una flota de 25 autocares. «Intentaremos que el negocio continúe», alcanzó a decir un entristecido Pesquera. El responsable precisó que la desgracia ocurrió repentinamente, sin que se detectase algo anormal. «Hay un chico que se encarga de repostar y limpiar los autobuses, y me ha dicho que a las 4.30 horas de la madrugada todo estaba perfectamente», indicó. Tan sólo media hora después, las llamas devoraron cinco autocares de esta firma veterana, creada en 1933.

Pese a lo ocurrido, el suceso no afectó al correcto funcionamiento del servicio de Bizkaibus en la zona. Una portavoz de la Diputación aseguró que funcionaron «con normalidad». A las seis y cuarto de la mañana de ayer arrancó la jornada en las líneas regulares de las que se hace cargo Transportes Lujua entre Las Arenas-Larrabetzu (A-2151) y Loiu-Derio (A-2153).

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