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Efectivos de seguridad privada suplirán a agentes de la Guardia Civil en Foronda

El número de relevos está por concretarse, aunque se limitará en principio al control de acceso de los pasajeros a las aeronaves, el último de los filtros de seguridad

Salvador Arroyo

Miércoles, 15 de febrero 2017, 08:26

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Agentes de una contrata de seguridad privada sustituirán a parte de los efectivos de la Guardia Civil asignados al aeropuerto de Foronda en los próximos meses. El número de relevos está por concretarse, aunque se limitará en principio al control de acceso de los pasajeros a las aeronaves, el último de los filtros de seguridad. De este modo, personal especializado ajeno al instituto armado se encargaría de manejar el escáner por el que pasa el equipaje de mano y otros objetos personales, pero también de la vigilancia del arco detector de metales.

La medida, que será de aplicación inmediata en el aeropuerto de Loiu la previsión es que allí sea efectiva ya desde el 1 de marzo, se extenderá «progresivamente» al aeródromo vitoriano y al de Hondarribia, en Gipuzkoa. La «amenaza del terrorismo de ETA», según explicaron desde la Delegación del Gobierno en el País Vasco, es la que habría demorado esta apuesta por la vigilancia privada en los aeropuertos de Euskadi, pese a ser un hecho desde hace años «en el resto de los de la red Aena». «Entra dentro de la normalidad», subrayan.

La idea es reducir la dotación de agentes actual en los tres recintos en el caso de Foronda se estima en alrededor de una docena los asignados para distintos turnos y que los números puedan ser destinados a otras tareas «más prioritarias». La pasada semana, el delegado del Gobierno, Javier de Andrés, cifraba en 2.370 los guardias civiles en Euskadi; una plantilla que ha ido mermando en los últimos años.

Seguimiento

El resguardo fiscal focalizado en el control de las mercancías que entran en las instalaciones cargueras y la vigilancia y seguridad de instalaciones y pasajeros seguirán siendo competencias exclusivas del cuerpo. De hecho, aseguran, la cesión de cometidos puntuales a la seguridad privada, en última instancia, continuaría estando supervisada por un agente.

La correcta ejecución de los protocolos y cualquier otra incidencia en ese último filtro de seguridad previo al embarque continuaría dependiendo de la Guardia Civil. La diferencia, se insiste, es que la visibilidad sería menor. «Pero habrá un seguimiento», apostillan.

Ni Foronda ni Hondarribia tienen plazos fijados para las sustituciones. «En todo caso sería un hecho este mismo año», subrayan. No se concreta, en este sentido, si se haría coincidir con el restablecimiento de los vuelos regulares, previsto para finales de marzo con los enlaces a Tenerife y Milán operados por Ryanair. Teniendo en cuenta los movimientos de pasajeros en Foronda 36.716 a lo largo de todo 2016 y apenas 492 durante el pasado mes de enero, la repercusión de las suplencias no tendrá un gran impacto. Otra cosa es que la evolución en los próximos meses e incluso años llevara a «determinar la necesidad de incorporar más refuerzos» privados. Las funciones exclusivas de la Guardia Civil se mantendrán inalterables en todo lo referente a la supervisión de la carga y paquetería.

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