Borrar
Un mojón divisorio entre Aramaio (Álava) y Otxandio (Bizkaia).
El Limitado, una frontera movediza entre Álava y Bizkaia

El Limitado, una frontera movediza entre Álava y Bizkaia

Desde 1457, ambas provincias luchan por 592 hectáreas próximas a Otxandiano

Francisco Góngora

Martes, 20 de diciembre 2016, 00:54

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La división administrativa de las provincias ha creado siempre problemas. Treviño es un ejemplo, territorio alavés en manos de Burgos por viejas leyes medievales. Aunque menos problemático porque están dentro de la misma comunidad autónoma, Orduña también es un caso raro, una ciudad vizcaína entre Álava y Burgos.

Con menos eco que Treviño y Orduña, Álava posee otra frontera movediza con Bizkaia, una línea sin definir, resultado de pleitos antiguos. Es El Limitado

En 1457, la madre del señor de Aramaio trató de zanjar «la mala vida» entre los vecinos de Otxandio y sus súbditos mediante una resolución que se llamó la 'Concordia de doña Elvira'. La villa vizcaína había sido desposeída anteriormente, por decreto real, de 592 hectáreas, la mitad de su territorio municipal. Se trataba de un paraje conocido como El Limitado, de espectacular belleza, enclavado entre aquella localidad, Olaeta, un pueblo de Aramaio, y Legutiano. Doña Elvira cedió el uso de esas tierras «al concejo de Ochandiano por siempre jamás».

Pero la sentencia salomónica contenía su parte envenenada: mantenía la propiedad y la jurisdicción en manos del conde de Aramaio. Los vizcaínos podían recoger las bellotas, pero acabarían en la cárcel si tocaban un roble sin permiso. Y más de uno acabó con sus huesos en las frías mazmorras de Ibarra de Aramaio. Lo que debía ser la llave que abriera la solución definitiva acabó convirtiéndose en un enredado bucle jurídico-administrativo, salpicado de litigios y enfrentamientos, algunos muy graves.

En los mapas, El Limitado pertenece a Álava o a Bizkaia según la provincia que los manda dibujar. Para los vecinos de Otxandio es una cuestión «vital». Allí se han construido las últimas infraestructuras de la villa como el campo de fútbol, el frontón, las piscinas y las escuelas públicas. Solo así se comprende que cada tercer domingo de septiembre una muchedumbre encabezada por el alcalde de la localidad recorra los mojones para celebrar una sentencia de la Cancillería de Valladolid del año 1664 que les da derecho a cortar y talar los árboles. Junto a la ferrería de Astola, en Olaeta, la comitiva está obligada a vadear el río, aunque fluya crecido, y a mojarse los pies. El puente, situado a apenas cinco metros de este lugar, es intocable para Otxandio.

«Aramaio cobra menos»

La conmemoración acaba con la firma del acta de la visita bajo un haya centenaria que aún resiste junto a la Taberna Goikoetxea. Allí agradecen a Julián Astola la hospitalidad, la mesa y las dos sillas, con una jarra de vino. «Los de Otxandio prometieron en una ocasión que si Olaeta y El Limitado nos íbamos con ellos, se integrarían en Álava. No aceptamos porque Aramaio siempre ha cobrado menos impuestos», explicaba Julián con un marcado acento euskaldun durante una entrevista.

De la veintena de vecinos del enclave, la mitad está empadronado en Bizkaia y la otra mitad en Álava, según su conveniencia. Se levantan en este minifundio diez caseríos, varias chabolas, dos industrias y una granja.

Y ocurren cosas que nadie entiende. Por ejemplo, un pastor cotiza en Álava pero si quiere ampliar las cuadras debe pedir permiso a Otxandio. Y si necesita subvenciones debe solicitarlas a las dos administraciones. Un jaleo.

Incluso a nivel identitario, muchos no sabe si son alaveses o vizcaínos. Tampoco les importa. Hacen vida en Otxandio, pero esta villa mira a Vitoria, no a Bilbao.

Alguien dijo que era igual que Andorra. Ni de Francia ni de España. Los asuntos del juzgado, a Aramaio. Los de la Iglesia, a Otxandio. Aunque las farolas las acaba poniendo Aramaio y la basura las recoge la Diputación alavesa. Pero es más fácil votar en Otxandio, puesto que Ibarra está muy lejos.

Dos licencias para un pabellón

Hace unos años el Ayuntamiento de Aramaio abrió expediente de sanción a una empresa por carecer de licencia para construir un pabellón. La habían conseguido en Otxandio.

Después de comer, los niños de la escuela de Otxandio, situada en terrenos del enclave, juegan en el patio. Conocen muy bien la tierra que pisan. Los niños vizcaínos bromean y llaman «patateros» a los alaveses. Los de Olaeta no conocen apodo para los de Otxandio. Muy cerca, se oye el rumor sordo del río Urkiola, la fría, apacible y movediza frontera de El Limitado.

Este es el decreto de concesión que en el año 1457 la condesa de Aramaio doña Elvira de Leira hizo de estos terrenos de El Limitado a la villa de Otxandio:

...en el dho nombre del dho Juan Alfonso otorgamos e conoscemos que desde agora en adelante para siempre jamás, damos e entregamos perpetuamente al Concejo de la villa de Ochandiano e a los vecinos e personas singulares del uso e fruto e aprovechamiento de todas o cualquier tierra o tierras e terrenos e frutos e frutales que llevan fruto y llevan e aguas corrientes e estantes e yerbas e pastos de herbajos e bellotas de robres e lio de hayas e de otro cualquier arbol de cualquier natura en estos linderos.

Su hijo, don Juan Alfonso de Múgica y Butrón, señor de Aramaiona, ratificó este acuerdo unos años más tarde. Se reconocía así el derecho al aprovechamiento por parte de los vecinos de Otxandio de este terreno que en el escrito se delimitaba perfectamente. Y es así como pasó a denominarse 'El Limitado'. De esta forma los vecinos de la villa podían utilizar los terrenos para pasto del ganado y extracción de leña para sus hogares y ferrerías.

Los litigios

A lo largo de los siglos XVI y XVII continuaron los litigios entre Otxandio y Aramaio, y en varios casos tuvieron que intervenir la Cancillería de Valladolid y el Juez Mayor de Bizkaia. Es a partir del siglo XVIII, en 1754, cuando se instaura en Otxandio la costumbre de inspeccionar anualmente el estado de los linderos de 'El Limitado', costumbre que ha llegado hasta nuestros días. Esta inspección se lleva a cabo el mes de septiembre, lo realiza la Corporación Municipal a quien acompañan numerosos vecinos de la villa, y se conoce como 'basabisitta'.

A finales del siglo XIX, dadas las dificultades para encontrar solución a este conflicto, las Diputaciones Forales de Álava y Bizkaia, de común acuerdo con los ayuntamientos, decidieron acudir a una solución de arbitraje, cuya labor fue encomendada a la Diputación Foral de Gipuzkoa.

A principios del siglo XX la Diputación Foral de Gipuzkoa estableció una Comisión Especial con el objetivo de resolver este conflicto histórico. Sin embargo, la Diputación de Bizkaia no reconoció la resolución de dicha comisión que entregaba la jurisdicción del Limitado al Valle de Aramaiona, alegando para ello, que la comisión creada se había apartado del procedimiento pactado. A finales del siglo XX pasado fue necesaria la mediación del Ararteko, pues debido la indefinición jurídica se plantean nuevos problemas que afectan a temas importantes como la recaudación de impuestos sobre los bienes inmuebles, competencias sobre ordenación urbanística, registros de las propiedades de viviendas establecidas en este territorio... El Ararteko hizo una propuesta de consenso que consistía en la división paritaria del territorio de El Limitado entre los Ayuntamientos de Aramaio y Otxandio, y, por consiguiente, entre las Diputaciones Forales de Álava y Bizkaia.

Pero el problema sigue estancado y no se vislumbra una solución definitiva, por ser un terreno entre dos provincias cuya resolución final depende de las Cortes del Estado. En la actualidad las instalaciones escolares, deportivas y piscinas municipales se encuentran en este terreno de El Limitado, totalmente integradas en el entorno urbano de la Villa.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios