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David González
Jueves, 25 de agosto 2016, 01:16
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Personal de la comisaría de la Ertzaintza en Llodio aseguró ayer a este periódico que la base «se fumigó el día 10» para acabar con la plaga de chinches y pulgas. Estos insectos, según denuncia del sindicato Sipe, picaron a varios agentes durante la primera semana de este mes.
El caso llegó a oídos del Sipe. Interpuso una queja interna, como reveló ayer este periódico. Sin embargo, su petición -remitida al Servicio de Prevención del departamento de Seguridad- «sigue sin ser contestada» de manera oficial. Este periódico también solicitó a la consejería dirigida por la alavesa Estefanía Beltrán de Heredia una explicación, sin respuesta aún.
«No entendemos cómo en una situación de riesgo para la salud, el departamento no haya informado a los delegados de prevención de lo que van hacer. Es el ocultismo de este departamento y su afán de meter todo en las cloacas, en vez de buscar el acuerdo y consenso por el bien de los ertzainas. Ésta es la herencia que dejará esta administración», apostillan desde el Sipe.
Según los datos de esta central, el clímax de la plaga se alcanzó «el día 5». La mayor concentración de insectos se localizó en «los vestuarios» y en «los vehículos policiales».
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