Borrar

Dos mujeres denuncian que un hombre las siguió mientras se masturbaba

La Ertzaintza advierte de que «no es delito», ya que el Código Penal limita el exhibicionismo a tocarse ante menores y personas con discapacidad

DAVID GONZÁLEZ

Jueves, 28 de julio 2016, 01:44

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Cubrían en coche el itinerario habitual hacia su centro de trabajo. Cuando enfilaron una de las arterias de Zaramaga, las ocupantes, dos mujeres adultas, comprobaron que otro turismo se colocó a su vera. En su interior iba un hombre, de raza negra que no dejaba de observarlas. Pararon junto a un paso de cebra. Y el otro vehículo, un utilitario de tono gris claro, hizo lo propio. Las mujeres constataron horrorizadas que el desconocía se masturbaba mientras las miraba «fíjamente». Incluso había bajado la ventanilla para que no quedaran dudas.

Aceleraron para tratar de quitárselo de encima. Llegaron a un semáforo en verde y optaron por detenerse, a la espera de que este exhibicionista continuara su marcha. La maniobra resultó inútil. Volvió a situarse a su altura, mientras continuó con la práctica onanista. Siempre con su mirada clavada en ellas.

Apuraron a que el semáforo cambiara al rojo y trataron de escapar una vez más. Ganaron unos metros pero poco más. Como señalaron a EL CORREO, el conductor «se saltó esa señal y recorrió varios metros en dirección prohibida para alcanzarnos». Cuando lo logró, sus víctimas pararon la marcha. Él se situó en paralelo, junto al lado de la copiloto. El desconocido abrió su puerta para dejarse ver. Tenía los pantalones a la altura de los tobillos y una mano en sus partes íntimas.

En este punto, las mujeres telefonearon al 112. Solicitaron la presencia de alguna patrulla de la Ertzaintza. El exhibicionista se olió el percal y huyó antes de que apareciera la primera patrulla.

Este incidente ocurrió la mañana del viernes, a plena luz del día. Cuando lograron recomponerse, estas mujeres acordaron un paso lógico; denunciar. Pero se toparon con una inconcebible realidad. En comisaría les advirtieron de que no era la primera noticia que tenían de ese sujeto. «Esa mañana hubo más llamadas similares». Como a otras víctimas, los agentes «por orden de los superiores» les invitaron a no presentar denuncia alguna al no existir otros condicionantes como un contacto físico o amenazas.

Reincidente

La razón de semejante ruego se halla en el nuevo Código Penal. El artículo 185 sólo recoge como delito de exhibicionismo si acomete «ante menores de edad o personas con discapacidad necesitadas de especial protección».

Ayer, ambas mujeres insistieron en la presentación de la denuncia... con idéntico resultado. «Han sido muy amables, pero cuando ha habido que definir el delito, se han dado cuenta de que no tenía recorrido. Igual ha pasado al intentar tipificarlo como delito de vejaciones, ahora sólo se considera así cuando a autor y víctima les unen lazos familiares». En el juzgado de guardia recibieron la misma respuesta. «Lo peor de todo es que la Ertzaintza le tiene identificado gracias a la matrícula».

El Departamento vasco de Seguridad ha confirmado que recibió el aviso de las mujeres hacia las 6.45 horas del viernes y ha señalado que la Ertzaintza tiene constancia de un hecho similar ocurrido el pasado día 17 en la localidad vizcaína de Galdakao, en el que está implicado el mismo vehículo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios