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Ander Carazo
Viernes, 8 de julio 2016, 00:54
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El Ayuntamiento instaló ayer una docena de islas para el reciclaje en el Casco Medieval. Unos espacios donde los martes, jueves y domingos se colocarán contenedores amarillos, y los lunes, miércoles y viernes, por su parte, azules. Los sábados quedan libres. Los depósitos se colocarán aproximadamente a las 14.00 y se retirarán a las 3.00 horas. Esta operación se realizará a diario con camionetas con lo que se espera que las molestias a los vecinos se reduzca. Por desconocimiento o despiste, la contrata de limpieza compuesta por FCC y GMSM Medioambiente colocó en las calles de la almendra depósitos para cartón y papel, cuando en verdad correspondía el de envases, latas y bricks. El Ayuntamiento lo achaca a un fallo de coordinación fruto de que era el primer día en el que se desplegaban los nuevos contenedores.
Este cambio en el sistema de recogida de residuos en el Casco tiene como principales objetivos aumentar el porcentaje de reciclaje correcto y reducir la acumulación de basura en el exterior de los buzones, un mal hábito que aunque sucede en toda la ciudad es más evidente en las calles más históricas que, además, son las que más visitantes reciben. «Así mejorará la calidad de vida en esta zona, que también representa uno de los escaparates de Vitoria», indicó el concejal de Medio Ambiente, Iñaki Prusilla. De hecho, según los cálculos que maneja el Consistorio, la recogida de estos desperdicios de las vías de la capital alavesa supone un desembolso de un millón de euros que FCC podía dirigir para otros menesteres que gestiona la contrata. Por esa razón, en algunos rincones de la ciudad se han colocado pegatinas que señalizan puntos negros de limpieza.
Puerta panera
También se ha puesto en marcha una prueba piloto sobre el sistema de apertura de los buzones de basuras. En la esquina entre la Virgen Blanca y Mateo Moraza, calle San Francisco con Cuchillería y el cantón de la Soledad con Correría, se han instalado las primeras con una puerta tipo panera, una especie de torno horizontal, que se quedará a una altura de 90 centímetros por lo que cumplen con la vigente ley de accesibilidad. Hasta ahora todas eran de apertura lateral. «El objetivo es que no quede ninguna bolsa de basura en las inmediaciones, porque la gente tiene que concienciarse de que ese gesto supone un gasto millonario», recalcó Prusilla.
En los próximos días se realizarán diversas campañas teatralizadas por la ciudad para que los vecinos se comprometan a reciclar y hacer un buen uso de los contenedores de basura.
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