«Una persona con el rostro tapado es inaceptable en el espacio público»

Tras los últimos atentados, la interculturalidad está en entredicho en Europa. ¿Qué ha fallado?

Precisamente la falta de interculturalidad es la que explica estos problemas. La falta de diversidad en determinados barrios, con exclusión social, vinculado a una falta de oportunidades, ha generado eso. Un elemento clave es que no ha habido políticas interculturales. El hecho de que no los haya habido es generador de conflicto. Después es fundamental el tema de los jóvenes y la religión. La interculturalidad promueve la interacción entre personas de origen diferente. Nos damos cuenta de que el joven inmigrante está en un proceso de socialización donde tiene dificultades. Estos jóvenes están rechazados en todos los sitios de actividad. Francia es un elemento de reflexión porque es la falta de un programa intercultural lo que ha provocado precisamente que haya personas que se unan a ideologías religiosas vinculadas a la violencia. Desde ese punto de vista, en España es muy importante la labor en ayuntamientos. Y lo primero que se necesita es un pacto político de compromiso entre los partidos.

¿Cómo debe actuar un Ayuntamiento?

La gestión de la diversidad ya no se plantea a nivel de estados sino de ciudades. La estrategia de diversidad a nivel local es fundamental. Se basa en promover interacción entre diferentes componentes de esa diversidad. Es fundamental plantear la interculturalidad como una estrategia que tiene una función socializadora con el objetivo de crear no tanto una diversidad cultural sino una cultura de la diversidad. Y el primer principio que hay que aceptar en una sociedad cada vez más diversa es esa diversidad. Esta es la principal dificultad entre ciudadanos, que tienen dificultad de asumir la diversidad como algo normal.

¿Qué medidas concretas propone?

Por ejemplo, la política intercultural también son las festividades religiosas en el espacio público. Aquí estamos acostumbrados a las nuestras. Pero también están el Ramadán, el año nuevo chino. No hay nada más socializador que por ejemplo una festividad del año chino donde toda la ciudad se vuelque y participen en un mismo espacio otros emigrantes de otros lugares. Es sólo un ejemplo. Si la gestión de todas estas festividades se deja en manos privadas, si no hay gestión pública, puede plantear muchos problemas incluso de guetos. Lo que no van a hacer ellos es renunciar a su fiesta. En el espacio público hay que intentar identificar aquellos distritos donde hay mucha interculturalidad e intentar promover interacción entre ellos, mujeres, jóvenes, asociaciones... Hay muchos temas pendientes. ¿Por qué es importante? Porque la interculturalidad promueve una normalización de la diversidad dentro de una ciudad.

"Hay unos límites"

Los guetos son uno de los grandes problemas.

El problema en un barrio no es que haya diversidad, es que hay distritos donde no la hay. Por alguna razón, el precio de la vivienda, temas urbanos, no penetra la diversidad. Por ejemplo, en políticas de juventud, sus espacios de socialización son la escuela, el espacio público y la familia. Una política de interculturalidad debe generar un programa que vincule estos tres pilares, porque hay algunos jóvenes que, por exclusión o porque su familia no se lo permite, no participan en esos espacios. La interculturalidad puede ayudar mucho a romper muchas de las paredes con las que muchas familias impiden a sus hijos a acceder a esos espacios públicos.

¿Puede utilizar el transporte público una mujer con el rostro tapado?

Lo primero es la seguridad. Hay unos límites que no se pueden aceptar. Una persona con el rostro tapado totalmente es inaceptable en el espacio público. En el privado sí, en el público no se puede tolerar. Pero más allá, a una mujer musulmana que se le ve la cara y va vestida como en su cultura no le veo ningún problema. Cuando hablamos de interculturalidad hay límites, que son los derechos humanos y los de la mujer, y este caso es un tema muy minoritario y específico. El problema es generalizar unos temas muy concretos que realmente son menores. En Vitoria seguramente esas mujeres que van completamente tapadas se pueden contar con los dedos de una mano. No lo veo como un reto de la sociedad, es algo menor. Aquí las asociaciones de inmigrantes podrían ser mediadoras.

¿Cómo ve las críticas hacia el sistema vasco de ayudas sociales en relación a los casos de fraude?

Si el sistema lo permite es problema del sistema, no de personas. El hecho de que el origen sea visible es algo casual, el problema es la pobreza. A partir de aquí, que se creen estereotipos sobre que los inmigrantes quieran perpetuarse en este sistema porque se benefician de ayudas sociales es algo que existe en la población autóctona. Pero hay mucha población autóctona que está en el paro y trabaja en negro, o que paga sin IVA, etc. Los académicos o políticos tenemos un papel de socialización, de educación, de intentar no vincular elementos que no son reales y de reducción de prejuicios. En cuanto al sistema, está destinado y pensado como una lógica de solidaridad, para no permitir que un sector de la población pobre se excluya. ¿Qué nos molesta? ¿Que este sector pobre se llame "inmigrante"? Hay muchas cosas que discutir. La UE ha reconocido que el factor inmigrante es un factor de pobreza, porque tiene más dificultades de salir de esta situación o para encontrar trabajo, adquirir una vivienda, etc. Hay unos factores que no facilitan que el inmigrante salga de una situación de desigualdad en las mismas condiciones que el autóctono.