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Concentración de Kaleratzeak Stop frente a Olaguíbel.
Más de 800 firmas para reclamar que se cumplan las medidas contra los desahucios

Más de 800 firmas para reclamar que se cumplan las medidas contra los desahucios

La plataforma Kaleratzeak Stop pide a los grupos municipales que se respeten las mociones aprobadas por el pleno

Saioa Echeazarra

Sábado, 23 de mayo 2015, 01:15

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Kaleratzeak Stop Araba protagonizó este viernes una concentración frente a las oficinas municipales de la calle Olaguíbel, donde representantes de la plataforma registraron alrededor de 800 firmas recogidas desde el pasado 28 de abril para reclamar «que se cumplan de una vez todos los acuerdos aprobados en el Ayuntamiento relativos a los desahucios», trasladó Arturo Val del Olmo. Según recordó, una de estas medidas que «se aprobaron por unanimidad y sin votos en contra» consistía en «exigir a las entidades financieras la suspensión inmediata de todos los procedimientos de desahucios cuando se trate de la vivienda habitual», situaciones que «siguen ocurriendo en estos momentos».

La plataforma añadió que en tres plenos diferentes se «han aprobado una y otra vez medidas concretas contra los desahucios que a día de hoy siguen sin ponerse en práctica, lo que es una vergüenza». Entre esas propuestas «se acordó proceder a la retirada de los fondos municipales de aquellas entidades que no suspendan los desalojos», así como «apoyar a las familias afectadas y colaborar con las plataformas ciudadanas que estamos luchando para que se produzcan estas situaciones». Esto último supone «otro compromiso incumplido; ni han tenido en cuenta nuestros criterios ni tampoco han ayudado a los afectados».

El último ejemplo «sucedió cuando una mujer y su hijo se quedaron en la calle en Abetxuko. Ella acudió al Consistorio para solicitar una vivienda y le contestaron que no tenían ninguna disponible y que el responsable era el Gobierno vasco. Ahí se descubrió que el Ayuntamiento tiene 500 viviendas vacías que gestiona Ensanche 21 y su argumento es que no están acondicionadas para poder entrar a vivir, pero tampoco invierten un duro en ello», reprocharon.

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