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Miguel Larreina.
Miguel Larreina viaja al origen de Rioja Alavesa con su nuevo libro

Miguel Larreina viaja al origen de Rioja Alavesa con su nuevo libro

En su obra 'Laguardia del Viejo Reyno, baluarte de Navarra y bodega de Álava' repasa la evolución de la villa amurallada entre los años 900 y 1500

Iosu Muro

Domingo, 5 de abril 2015, 01:27

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Los 33 años que Miguel Larreina ha respirado el aire de Rioja Alavesa han llevado a este doctor en Química procedente de San Sebastián a forjar una relación íntima con la tierra. En este tiempo ha acumulado notas, ha investigado y se ha relacionado con gente de la comarca hasta escribir una docena de libros con títulos como Viñas y vinos de Álava, Caracterización analítica de los vinos de Euskal Herria o Toponimia vasca de la Sonsierra. A esta serie se une ahora Laguardia del Viejo Reyno, baluarte de Navarra y bodega de Álava, donde repasa «la evolución de la villa entre los años 900 y 1500», señala el autor.

«Quería saldar una deuda que he contraído con Laguardia y ayudar a que todo el mundo conozca su historia permitiendo así que sirva, entre otras cosas, para la promoción del vino», explica Larreina, quien llegó a Rioja Alavesa para trabajar en la Casa del Vino. «Me encuentro muchas veces con personas que ni siquiera saben que Laguardia es parte de Álava o que resultó ser un pieza importante del Reino de Navarra», añade.

Y ése es precisamente uno de los puntos de partida de su nueva obra. «Quería dar respuesta a la pregunta de cómo una pequeña localidad de pastores que se encontraba en una zona árida y lejos de ser limítrofe se transformó en la gran bodega de Álava y en una villa relevante para el Reino de Navarra», comenta. A lo largo del libro, ilustrado con grandes imágenes, el guipuzcoano cuenta cómo un cerro entre la Sonsierra y el Ebro se transformó de un paso trashumante a un asentamiento ganadero antes de que una glaciación lo convirtiera en un lugar idóneo para la cosecha del vino. «Hasta entonces el clima había sido árido y había más viñedo en zonas como Zambrana que en Laguardia», expone.

Pasajes curiosos

El escritor señala el lugar en el que se situaron los primeros cultivos y cómo su evolución los llevó a elaborar un gran vino que permitió pasajes curiosos de la historia, «como un permiso especial del Reino de Castilla a Vitoria para poder comerciar con este producto de un reino rival».

A partir de ahí, Larreina repasa el fuero de Laguardia -que cumple 500 años- y su importancia dentro del Reino de Navarra hasta que, en el año 1500, la conquista de la villa fuera el preludio de la caída del mismo. El libro culmina con un capítulo que pone en valor la trascendencia del vino de esta localidad en la vertebración de Álava de manera acelerada.

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