SOS Racismo pide una moción de censura contra Maroto para "cortar la cabeza a la serpiente"

El supuesto herido, vinculado a esta asociación desde hace año y medio, ha repasado los hechos. "Había un debate en el centro cívico y un señor de 65 años empezó a acosar a una persona inmigrante. Con lo que le dije que era un racista", recuerda. "Y cuando me di la vuelta, porque no hablo con xenófobos, me agredió", dice. "Me cogió del cuello y me golpeó fuerte".

El incidente tuvo lugar el lunes por la mañana. Y según los datos con los que cuenta el Ayuntamiento, la presunta víctima había protagonizado "varios escándalos" en estas mismas instalaciones, por los que había sido expulsado y sancionado. Además, según una sentencia judicial, "otro usuario de El Pilar se había quejado de la falta de respeto y los comentarios xenófobos de esta persona". Preguntado por los periodistas, el agredido ha admitido haber tenido "varias discusiones" en el pasado y argumentado que "la Policía Local me tiene ganas". También ha defendido que "se me juzgó sin pruebas" y yo me quejaba de que no se trataba por igual a todas las personas. Solía acudir al centro cívico a enseñar castellano a extranjeros y hay gente a la que no le gustaba que lo hiciera".

Por su parte, el líder de la organización SOS Racismo en Vitoria ha entrado en arena política al reclamar a los grupos de la oposición una "moción de censura" contra el alcalde Maroto. "Quien ha incendiado la pradera es Maroto y el Partido Popular que le apoya", por lo que si la oposición quiere "acabar con el veneno de la serpiente" no basta con declaraciones y con decir que van a aislar al PP en este asunto, sino que hay que pasar a los hechos y presentar una moción de censura contra el alcalde en el Ayuntamiento, ha indicado Fede García tras la comparecencia.

"¿Vamos a actuar cuando haya un cadáver sobre la mesa?", se ha preguntado el portavoz de SOS Racismo , quien ha conminado también a los partidos a convocar "cuanto antes un acto social de desagravio" para frenar el clima social que se ha generado en la capital alavesa desde que Maroto afirmó que los inmigrantes magrebíes viven de las ayudas sociales y no quieren trabajar. García ha recalcado que en el incidente del pasado lunes "la responsabilidad no es del agredido ni del agresor" y que en este caso "no hay ánimo de crucificar a nadie".