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José Luis Cuadra, una vida al volante
alavés del mes | enero

José Luis Cuadra, una vida al volante

EL CORREO valora su labor al frente de la que ha sido reconocida como empresa española del año en materia de transporte de viajeros

MARTA PECIÑA

Viernes, 10 de febrero 2012, 18:56

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José Luis Cuadra es un emprendedor nato. Desde antes de que dejara el caserío familiar en Belandia su vida ha girado siempre en torno a nuevas ideas empresariales, poniéndose retos que ha ido sorteando con «fortuna, salud» y la ayuda de una familia que tira con él del mismo carro. Comenzó siendo taxista en Amurrio hace ya 48 años y se lanzó a hacer trayectos de larga distancia para aquel momento hasta Madrid, Andalucía o Barcelona con su primer Seat 1.500. Poco después se casó con Rosa María Ibáñez de Elejalde, que ha tendido un papel tan destacado como el suyo en el trabajo diario. De hecho, fue ella quien le sustituyó al volante del taxi cuando compró el primer autobús «de segunda mano» en 1968 para prestar un servicio de transporte escolar, en lo que fue el germen de la empresa Cuadra Bus actual. La flota de autobuses fue creciendo y los servicios incrementándose hasta alcanzar hoy una flota de 70 vehículos, con los que prestan servicios en el Valle de Ayala, Álava, Bizkaia y Gipuzkoa.

Con una filosofía familiar, Idioa Cuadra, hija de José Luis y Rosamari, se ha incorporado a las tareas de dirección de la firma para mantener el mismo espíritu con el que sus padres la pusieron en marcha. «Trabajamos en un sector muy cambiante y siempre intentamos ser los primeros en ofrecer mejoras para poder lograr el mercado que las busca. Ahora estamos trabajando con el transporte adaptado», precisa. Ese mismo espíritu es el que les hace preocuparse por la satisfacción de los clientes «haciendo encuestas para que nos expliquen lo que podemos mejorar» y manteniendo al mismo tiempo un criterio cercano con los trabajadores que les hace pensar en su empresa como en una gran familia pese a que ya superan las 130 personas en plantilla repartidos en varios centros de trabajo.

Eso sí, José Luis sigue aferrado al barrio de Larrimbe, donde ha vivido siempre con su esposa y sus cuatro hijas. Pese a haber estrenado hace apenas dos años un enorme pabellón donde duerme parte de la flota, todavía puede ir andando hasta su casa, que puede ver desde su oficina.

Los grandes hitos del crecimiento de Cuadra Bus han estado vinculados a la puesta en marcha de líneas de transporte regular. La incipiente línea Barambio-Amurrio-Llodio de los primeros años dio paso en 1987 a la concesión del trayecto Orozko-Llodio-Miravalles-Arrigorriaga-Basauri-Bilbao. En 1991, crea Bilman Bus para conectar Santander-Bilbao-Vitoria-Logroño con Valencia-Benidorm-Alicante y La Manga. En la misma fecha comienza el enlace entre Irún-San Sebastián-Tolosa-Pamplona y las ciudades levantinas y con Vibasa cubre los corredores del País Vasco con Galicia y Cataluña y de estas dos comunidades entre sí.

Reconocimientos

Cuadra Bus ha empezado 2012 con un aluvión de premios. El ejercicio comenzó con el reconocimiento como empresa del año en transporte discrecional otorgado por la revista la revista Autobuses & Autocares en representación de todo el sector del transporte. Manel Villalante, director general de Transporte Terrestre del Ministerio de Fomento le entregó el premio. Pocos días después, Rosamari recogió en Fitur, la feria de turismo de Madrid, el certificado de AENOR a la trayectoria de calidad de la empresa. Ha sido la primera firma vasca en lograr el reconocimiento de calidad para su servicio escolar, de trabajadores, de transporte urbano y de líneas regulares. El trabajo de José Luis y su equipo ha conseguido otros certificados en materia de medio ambiente, prevención de riesgos laborales, su compromiso con la responsabilidad social empresarial y el distintivo de igualdad concedido por Emakunde. Tiene implantado un plan de euskaldunización y otro de formación para sus trabajadores y para los alumnos que viajan en el transporte escolar.

Argumentos más que suficientes para que José Luis Cuadra reciba un galardón que busca distinguir a alaveses singulares. Yél, por su trabajo continuado y su esfuerzo por mejorar, su espíritu de lucha y su visión de futuro, especialmente en el momento de crisis que atraviesa la economía, es una buena muestra de lo mejor de nuestra sociedad.

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