Mendizorroza e Ibaia, nuevos quebraderos

Si el Alavés se sienta en un pajar se clava la aguja. Salvo el excelente arranque deportivo con el liderato del equipo que dirige Javier Pereira, que no es poco, casi todo vuelven a ser problemas para la entidad albiazul. Además del sostenido tira y afloja con la Diputación para conseguir la aprobación del convenio en la junta de acreedores, el inicio de campaña ha traído hasta la entidad del Paseo de Cervantes nuevos e importantes quebraderos de cabeza. Ahora, dos de ellos pasan por las instalaciones que utiliza el equipo albiazul. Tanto en Mendizorroza como en Ibaia la situación se complica.

En el estadio sobre el que se disputan los encuentros de Liga la granizada del pasado 1 de julio ha dejado graves consecuencias. Tantas, que el club ya maneja presupuestos para sustituir todos los paneles de metacrilato que constituyen la cubierta, «la única opción» para asegurar que el agua no llegue a los asientos de los socios. Después de la revisión por parte de varias empresas se ha constatado la existencia de «cientos de pequeños agujeros» por los que se filtra el agua. No sólo a la tribuna, sino hasta los mismos vestuarios, que ayer volvieron a sufrir inundaciones. El problema se había detectado hace ya dos semanas, cuando otra tromba anegó la zona baja de la tribuna Principal dos días antes del duelo ante la Cultural Leonesa.

A través de un seguro

En principio, el problema para la sustitución de los paneles de la cubierta no es económico, ya que existe un seguro. En teoría a través del Ayuntamiento, que es el propietario del campo. Claro que el club vitoriano es el encargado del mantenimiento, y esta dicotomía ya suscitó polémica cuando una avalancha de aficionados cayó al foso de Polideportivo en un partido frente al Eibar tras ceder una valla.

Ahora, se trata de una cuestión de tiempo y de establecer la forma de trabajo. El club intentará acelerar las gestiones para evitar que cualquier nueva tormenta pueda inundar la grada y los vestuarios y generar graves problemas durante algún partido a socios y jugadores. A partir de ahí, deberán gestionarse también los plazos de las obras para evitar que alguna parte de la cubierta no se encuentre reparada durante un choque oficial. No obstante, se prevén unos trabajos complicados y, en el peor de los casos, habría que reubicar a algunos socios.

Acuerdo verbal

Si en Mendizorroza urge un cambio de la cubierta, en Ibaia la situación es aún más compleja. El club ha sido demandado por los propietarios de los terrenos donde se asientan el párking y el campo de hierba natural situado en la zona alta del complejo. El contrato de alquiler firmado en la época de Gonzalo Antón concluyó el pasado 30 de junio. El club se puso en contacto con dos dueños de los terrenos y, en principio, alcanzó un acuerdo verbal. El Alavés estaba dispuesto a abonador el doble de renta: 12.000 euros anuales en vez de los 6.000 anteriores.

La entidad albiazul había creído el problema resuelto, pero semanas más tarde ha recibido la notificación de una demanda. Los propietarios le exigen que abandone esos terrenos y, tal como dicta el contrato, los deje en la situación en que los encontró. Es decir, como una pieza. El club, al que llevar a cabo ese cambio le costaría cerca de 200.000 euros, espera ahora defender en el juzgado la existencia de un acuerdo verbal o cerrar otro pacto.

Mientras trataba de resolver estas desavenencias, el Alavés tanteó en verano a la junta administrativa de Zuazo para lograr el alquiler de la zona del campo de tiro anexa a Ibaia para la hipotética opción de situar allí el párking. Por el momento, sólo una idea.