El artefacto que estalló ayer en el repetidor de Azpeitia tenía tres kilos de amonal y un temporizador

Tras una "minuciosa inspección" junto al repetidor de Azpeitia, los especialistas de la Ertzaintza han confirmado que fue un único artefacto el que estalló ayer en el monte de Erlo pese a que en un primer momento se barajaba la posibilidad de que fueran dos las bombas de escasa potencia.

La revisión de la zona en la tarde de ayer ha llevado a la Policía Autónoma vasca a rectificar la información inicial y concretar que fue un sólo artefacto compuesto de tres kilos de amonal el que estalló junto al repetidor y provocó daños "de poca cuantía" que han afectado a la puerta del recinto y en el interior del mismo. "La hipótesis de los expertos de la Ertzaintza confirma que se trataría de un artefacto temporizado de los que habitualmente utiliza ETA", según ha apuntado el Departamento vasco de Interior.

Hacia las once de la mañana de ayer, la DYA de Guipúzcoa recibió una llamada en nombre de la organización terrorista que avisaba de la colocación de una bomba, sin precisar la hora de la explosión, en el repetidor de Erlo del monte Izarraitz en Azpeitia. La llamada fue realizada desde una cabina pública de la localidad de Elgoibar, a unos 20 kilómetros del lugar de la explosión, por lo que se baraja que alguno de los etarras que colocaron la bomba pudo ser el que efectuase poco después la llamada.

Dudas sobre la autoría

Las investigaciones policiales no han permitido determinar de momento la identidad del terrorista que realizó la llamada, aunque las primeras pesquisas apuntan a que no fue el mismo que avisó de la colocación de un coche-bomba en Calahorra el 21 de marzo pasado. Las Fuerzas de Seguridad creen que detrás de la llamada alertando de la explosión en la localidad riojana está Arkaitz Goikoetxea, miembro 'liberado' del comando Vizcaya y posible autor de la práctica totalidad de atentados cometidos por ETA en España desde el final de la tregua.

Los investigadores no se atreven por el momento a atribuir a un grupo determinado el atentado de Azpeitia . La explosión y la llamada reivindicándola se produjeron en dos puntos de Guipúzcoa y en día festivo, por lo que podría tratarse de miembros 'legales', no fichados y con una vida aparentemente normal, residentes en esa provincia.

Escasos daños materiales

La DYA comunicó el hecho a la Ertzaintza y varias patrullas de la Policía autonómica acudieron al lugar y acotaron la zona de seguridad hasta la llegada de los especialistas. Una vez se llevó a cabo una inspección ocular en el lugar, los especialistas observaron cómo en la puerta del repetidor se observaban restos de lo que podía haber sido la explosión de un artefacto, de lo que se deduce que la bomba había explotado antes de la llegada del primer agente al lugar.

La intensa niebla y la lluvia que ayer caía sobre en la zona dificultó las tareas de búsqueda y los agentes de la Policía autónoma extremaron la precaución temiendo que los terroristas hubieran decidido colocar un segundo artefacto-trampa contra sus artificieros, como ya han hecho en dos ocasiones desde la ruptura del alto el fuego.

Hace algo más de un mes, el pasado 23 de febrero, ETA también atentó contra otro repetidor de un monte de Bilbao. En esa ocasión el artefacto no explotó a la hora anunciada sino que lo hizo cuando el robot de los expertos en desactivación de explosivos se acercó a la bomba. Esta circunstancia hizo sospechar a la Ertzaintza de que se trató de una bomba trampa dirigida contra sus agentes.