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Un momento del partido de hoy del TAU con el Fuenlabrada. /Agencias
El TAU sufrió más de lo previsto en Fuenlabrada (67-73)
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El TAU sufrió más de lo previsto en Fuenlabrada (67-73)

El cuadro vitoriano tiró de talento ofensivo y apretó en defensa cuando realmente lo necesitó, haciendo estériles los esfuerzos de un valiente equipo local

EFE |

Viernes, 19 de octubre 2007, 00:55

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El TAU Cerámica ha sumado hoy una nueva victoria ante un rival madrileño, pero con más problemas de los esperados, al derrotar por 67-73 a un Fuenlabrada que llegó al último minuto con opciones de triunfo. El cuadro vitoriano tiró de talento ofensivo y apretó en defensa cuando realmente lo necesitó, haciendo estériles los esfuerzos de un corajudo equipo local que se encontró de salida con la losa de un parcial en contra demoledor (7-20, minuto 5).

El pívot brasileño con pasaporte español Tiago Splitter dominaba con solvencia ambos tableros y el escolta serbio Igor Rakocevic bombardeaba desde el perímetro el aro fuenlabreño. La sabia dirección del base hispano-argentino Pablo Prigioni, excepcional todo el partido, hizo el resto. Empero, el equipo madrileño apretó los dientes hasta llegar al final del primer cuarto con un resultado esperanzador (21-28) y aún más halagüeño al descanso (40-41). Incluso poco antes. los locales se habían adelantado por primera y única vez en el marcador (40-39).

El pívot estadounidense Tom Wideman, el jugador más valorado al final del partido, y que sustituyó al jugador más alto de la Liga ACB, el puertorriqueño Peter John Ramos, muy desacertado, empezó a poner orden debajo de los aros. Las rotaciones del técnico croata Neven Spahija no aguantaron el ritmo de los titulares. La excelente salida de los visitantes en la reanudación, con un 2-11 de parcial para poner un marcador de 42-52, fue un nuevo jarro de agua fría para el equipo dirigido por Luis Casimiro.

Remando contra corriente el Alta Gestión fue recortando la diferencia poco a poco, hasta colocarse a 3 puntos con posesión de balón (65-68). No obstante, los propios errores de los locales y el aplomo vitoriano, con Pablo Prigioni ejerciendo de auténtico jefe tanto en ataque como en defensa, ofrecieron como resultado el guarismo final (67-73).

- Ficha técnica:

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