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ATADO. Edu Alonso posa en el gimnasio de las instalaciones de Ibaia, donde espera seguir entrenando. / FOTOS: BLANCA CASTILLO
«Tengo una dignidad y se me ha hecho mucho daño»
EDU ALONSO, JUGADOR DEL DEPORTIVO ALAVÉS

«Tengo una dignidad y se me ha hecho mucho daño»

El lateral, que se reunirá mañana con Zárate para zanjar el tema «para bien o para mal», se siente «dolido por ver un agravio comparativo»

IÑIGO MIÑÓN

Domingo, 12 de agosto 2007, 04:51

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Voz entrecortada y mirada perdida, que va y viene. Edu Alonso lo está pasando mal. Ha vivido de todo en Vitoria, desde un verano sin vacaciones hasta rebajas en su sueldo. Pero ahora está en el expediente de regulación de empleo. Y con difícil solución. El peor momento. La retirada le amenaza. No la teme, pero le entristece. Está dolido. Y harto de la situación. Ayer habló con el presidente Fernando Ortiz de Zárate en Ibaia y mañana se reunirán para solucionarla. «Para bien o para mal». No la soporta más. «Si no, me da algo».

-¿Qué tal?

-No muy bien. Lo ideal sería saber el futuro personal, tanto para el grupo como para mí, porque te levantas cada día para entrenar y tienes la cabeza en otro sitio. Y eso no es justo ni para el entrenador ni para mí.

-Ha vuelto el presidente de vacaciones y ha hablado con él. ¿Más optimista o menos?

-Un poco más, quizás. Después de hablar con el 'presi', vamos a dejarlo en el cincuenta por ciento. Porque antes era bastante pesimista, cada día lo veía más difícil. El lunes -mañana- para bien o para mal decidiremos. Tiene que ser ya porque, si no, me da algo. Esperemos que para bien.

-¿Decepcionado, dolido...?

-Sí. No puedo engañar a nadie. Claro que estoy dolido, pero no creo que más que lo puedan estar mis compañeros, sobre todo los que están entrenando aparte. Esos son los que pueden poner el grito en el cielo. Nosotros, a pesar del palo que estamos recibiendo, tenemos la suerte de no sufrir esa discriminación. Pero eso no quita para que lo estemos pasando mal.

-A modo de resumen rápido, la rebaja propuesta es tan grande que cobraría más con la indemnización, en el sofá de casa, que jugando.

-Sí. La última intención del club fue ésa. Fue una propuesta que me dolió muchísimo porque no me esperaba algo así, sobre todo por ver un agravio comparativo con los compañeros. Que por el hecho de llevar más años no quieres un trato mejor, pero tampoco un trato peor, crees que no te lo mereces. Han sido momentos difíciles porque vienes pensando que el fútbol es otra cosa, que si la pertenencia a un club durante mucho tiempo... Al final caes en la cuenta de que cada uno mira por lo suyo y ahí viene la dificultad para continuar. Piensas en que debes defender tus intereses a muerte porque el club va a hacerlo con los suyos.

-¿En el tejado de quién está la pelota ahora mismo?

-Después de esa última propuesta ha cambiado un poco mi forma de ver las cosas. Al final tenemos una dignidad, algo que nos hemos ganado con el paso de los años. Ya va más allá de lo económico. Posiblemente, una propuesta que a principio de verano habría aceptado no la aceptaría ahora. Porque se me ha hecho un daño bastante profundo. Afortunadamente, me puedo permitir el lujo de rechazar cualquier cosa que no considere digna.

-Quiere una consideración por parte del club.

-Tampoco algo descabellado, simplemente que cedamos las dos partes. No me merezco más que otros compañeros, pero tampoco menos. Hay que valorar todo. El 'míster' intenta transmitirnos que quiere que nos quedemos porque somos útiles para el grupo. Eso debemos creerlo nosotros mismos porque, después de esa propuesta, crees que el club no confía en ti y dudas de todo.

-¿Se ha sentido poco valorado?

-Me he sentido muy devaluado.

-Y quizás lo que peor se lleva es la incertidumbre.

-Sí. Prefería que hace quince días me dijeran 'no vas a seguir'. Por lo menos, sabría qué hacer. Lo intentas hacer lo mejor posible porque te dedicas a ello y todavía te pagan por ello, pero levantarte cada mañana y no saber si esta pretemporada está sirviendo para algo o simplemente para estar en el sofá de tu casa de una manera más saludable... Esa duda te ronda por la cabeza todas las mañanas y ya quiero quitármela de la cabeza.

Retirada

-Ése es el día a día en el trabajo. ¿Y en casa?

-Intentas abstraerte, pero es difícil. Afortunadamente, la familia está de vacaciones y no me sufre tanto. Los compañeros te animan mucho, te intentan convencer de que va a salir bien, de que todavía eres un fenómeno... Eres consciente de la realidad, pero es de agradecer que estén cerca de mí.

-¿Ha pensado muchas veces en la retirada?

-Sí, claro. Es algo que he tenido claro en estos momentos, que si no podía jugar a fútbol en el Deportivo Alavés, no quería seguir haciéndolo.

-Ha tenido cosas fuera...

-Ha habido algo, pero ni lo he llegado a valorar porque esto es lo primordial. Es mi sexto año aquí, estoy en casa y no se me pasa por la cabeza coger a la familia e irme lejos a la aventura. Quiero seguir disfrutando aquí del fútbol porque, además, con el paso de los años, le ves otra cosa al fútbol. En estos momentos, lo que siento por el Alavés me impide pensar más allá de él. Las fuerzas que me quedan para jugar las quiero concentrar aquí. Si no es aquí, no me veo en otro lado.

-¿Está mentalmente preparado para una hipotética retirada?

-(Duda) ... Igual al final no llegas a un acuerdo y la ves tan cerca que te entra el pánico y te agarras a cualquier cosa. Pero no va a ser el caso, lo tengo meditado. Si no puedo estar aquí, no me va a asustar; otra cosa es que me sienta incómodo, raro o no me aguanten en casa, pero lo tengo meditado. En la vida hay muchas cosas de las que poder disfrutar y con el fútbol no se acaba todo.

-Quiere seguir disfrutando del fútbol. ¿Mantiene intacta la ilusión después de todo lo que ha pasado?

-En absoluto. Y menos con los acontecimientos que han pasado, que han afectado a afición, sociedad y jugadores. Los últimos años han sido muy duros para todos y, lógicamente, la ilusión va mermando. Eso no quiere decir que no la tenga. Tengo la suficiente para seguir jugando. El día que la pierda por completo seré el primero en irme.

-Es que aquí le ha pasado de todo. Llegó para jugar la UEFA y ha vivido dos descensos, un verano sin vacaciones, rebajas de ficha, Ley Concursal... Para no creer.

-Es cierto que la estancia aquí no ha sido como soñamos cuando vinimos de Las Palmas, pero, a pesar de todo, estoy súperagradecido y convencido de que venir fue un acierto. Por la gente que conoces, por estar en casa, por la familia, por un ascenso, por ver de nuevo a la gente ilusionada... No tengo dudas de que ha merecido la pena, pero sí que han pasado cosas que desde la distancia dan hasta miedo. Pero hay que ser justos con el fútbol y tener una perspectiva más global, y reconocer que has tenido la suerte de dedicarte a esta profesión y disfrutarla. Al final hay que ser agradecido con lo que te ha tocado vivir.

«Caer al vacío»

-Sobrevivir a Piterman y caer ahora suena a chiste malo.

-Es que, a pesar de que desde fuera pueda parecer otra cosa, para la gente que estamos en esta situación de despido es muy duro. Conseguir la permanencia con lo mal que lo pasamos al final, ver que la situación se tornaba y de repente caer otra vez en el vacío con todo esto... No es para rasgarse las vestiduras porque en la vida hay otras cosas peores, pero a nivel profesional ha sido un varapalo durísimo. Te hace plantearte las cosas de otra manera.

-¿Le ha sorprendido que varios compañeros hayan aceptado rebajas importantes?

-No. Al final somos conscientes de la realidad del club y no puedes soñar con lo que tenías antes. También es importante la edad de cada uno. A mí, en Las Palmas, con 28 años, me llegó también la Ley Concursal y cuando salió esto... de cabeza. Todavía tienes cinco años a buen nivel y tienes que pelear por ellos. Mi situación ahora es diferente porque no me quiero mover de aquí y la pelea es más complicada.

-¿Teme que la afición no entienda que sea Edu Alonso el que no la acepte?

-Cada cual es libre de pensar lo que quiera, pero yo estoy muy agradecido a la gente. Me siento querido y no tengo ningún miedo. Pensarán que por qué unos sí y otros no, pero lo tiene que valorar cada uno y levantarse cada día con la cabeza alta y la conciencia tranquila. Si la gente lo entendiera, sería fenomenal; si no, me quedaría siempre con la honradez que he tenido en el terreno de juego.

-Se le ve muy tocado...

-Sí, realmente lo pasas muy mal. Hay días mejores, que entrenas y piensas que tienes que seguir, que esto no se puede acabar así... Pero otros piensas que la ilusión ha tocado fondo y te cuesta completar la sesión de trabajo. Lo bueno es que la solución, para bien o para mal, está cerca. Llevo mucho tiempo esperando que llegue el día y por fin el lunes -mañana- se arreglará.

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