En busca del coche perdido

El fantasma de Dmitry Piterman sigue planeando por Vitoria. No en forma de actuación en la sombra ni nada parecido, sino por la pesada losa que su nefasta gestión deja sobre los hombros del nuevo proyecto. No sólo ha dejado las cajas vacías hasta el sonrojo de las telarañas, sino que hasta faltan cosas que deberían seguir en Vitoria. Y no sólo material deportivo, que también, sino bienes más caros y más difíciles de esconder. Por ejemplo, varios coches. Es el enésimo 'expediente X' del 'trienio negro'.

Faltan coches y nadie sabe dónde están ni quién los tiene. Automóviles de gama alta que el anterior consejo de administración incluía en el capítulo de contratos de arrendamiento financiero, a nombre del club, con un gasto anual que se eleva a casi 26.000 euros y que a día de hoy se encuentran en paradero desconocido. Son coches que durante los últimos años han sido utilizados por futbolistas -algunos por contrato, como Thiaw; otros por acuerdo posterior- y, fundamentalmente, por miembros de la antigua directiva. Tres Audi (A6, A3 y TT), un Mercedes C200 y un Golf, cuyo propietario, el Deportivo Alavés, no sabe dónde han acabado. La entidad del Paseo de Cervantes puede presumir de un importante parque automovilístico; eso sí, fantasma y de escasa productividad.

'Leasing'

El nuevo grupo gestor se ha encontrado con una nueva 'chinita' puesta en el camino por Piterman y sus adláteres. Y no queda otra que investigar su actual ubicación, o más bien sus actuales conductores, para intentar recuperarlos e intentar sacarles partido de alguna manera: mediante su uso, que se antoja innecesario, o intentando rescatar algo de dinero, que es la idea de la nueva directiva.

Pero no es tan sencillo, ya que los coches están adquiridos bajo la modalidad de 'leasing', un contrato de arrendamiento financiero que incluye una opción de compra que se puede ejercitar al final del mismo por un precio que se denomina valor residual. El problema es que algunos de esos contratos se firmaron a la llegada de Piterman a Vitoria hasta por 48 meses, cuatro años, período que aún no ha finalizado.

Y que para poder venderlos y sacar beneficio de ellos, el Deportivo Alavés debería hacerse con su propiedad previo notable desembolso económico. Otro gasto superfluo generado por el ucraniano que ahora torpedea el resurgir albiazul.