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ORDEN. Uribe dirigió con un silbato y una pizarra. / NURIA GONZÁLEZ
Implicación con recompensa
ALAVÉS

Implicación con recompensa

Los aplausos y los ánimos de los aficionados marcaron una sesión inaugural en la que un intenso Josu Uribe siguió de cerca cada detalle del trabajo de sus pupilos

IÑIGO MIÑÓN

Martes, 24 de julio 2007, 12:32

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«Va, va, va, un poquito...¿Buena!». Josu Uribe dejó su sello de identidad desde el primer entrenamiento. Silbato en boca y pizarra en mano, estuvo permanentemente encima de sus jugadores. Indicaciones, correcciones y muchos «venga, venga» para espolear el ritmo en la sesión de su estreno, marcada por el apoyo de una afición ávida de fútbol que despidió al equipo entre aplausos.

El asturiano se apunta al 'método Caparrós' y anuncia triples sesiones. «Por trabajo no va a ser», avisa. Quiere un equipo «defensivamente fuerte y capaz de hacer un fútbol veloz». Y para ello reclama intensidad en cada lance del entrenamiento. «Un toque», gritaba constantemente en los rondos. No perdió ni un detalle.

Fan del orden y la disciplina, quiere tenerlo todo atado. Y para ello dedicó la primera parte del entrenamiento, mientras Tasio guiaba la parcela física, a dialogar con Julio Bañuelos, su segundo. «Él conoce a casi todos a nivel humano y profesional. Te puede ayudar a la hora de controlar a los jugadores, de saber cómo son, cómo trabajan... Cómo son personalmente es importante a la hora de sacarles rendimiento».

La faceta de psicólogo se antoja fundamental en una plantilla con tanto excedente. «Se les han dejado las cosas claras, hay una situación económica en la que tiene que entrar el que quiera poder trabajar. Y muchos de esos jugadores sí interesan».

Trabajo duro y balón convivieron en la primera sesión para dar al equipo «el tono físico y táctico que debe tener». Todo ello, en un marco añorado en Mendizorroza, con alrededor de 60 seguidores en una comunión especial. La parroquia albiazul tiene ganas de fútbol y se nota. Respondió con aplausos y voces de ánimo a cada grito de Uribe, a cada gesto de calidad.

«Equipo guerrero»

«Es la primera vez que me aplauden en un primer día de entrenamiento. A mí me ha gustado un montón. Estoy convencido de que vamos a hacer una comunión de la leche entre equipo y afición, porque va a ser un conjunto que guste. Ganará o perderá, pero va a ser guerrero, implicado y con ganas de hacer cosas buenas y de que la gente se sienta ilusionada con el Alavés», manifestó el entrenador tras la sesión.

Ésta acabó entre los ánimos de los aficionados. «El aplauso final ha sido de verdad, de gente que tiene ganas de volver a Mendizorroza y sentirse orgullosa de su Alavés. Independientemente de ganar o perder, lo vamos a conseguir», concluyó Josu Uribe, el último en abandonar el césped.

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